Nicolás Chahín, el empresario que abrazó el éxito a través del jeans
Su orgullo fue crear Intermoda y la marca Pepe Jeans, que hoy es éxito comercial en Centroamérica
ICONOS Mag
Texto Sabino Gámez
14 marzo, 2025
San Pedro Sula. Nicolás Chahín Chahín hizo de la vida, un dossier que contenía su pasión, trabajo y visión y la filosofía empresarial la escribió en el corazón de compañías y marcas consolidadas en Honduras.
Click aquí: Fallece Nicolás Chahín Chahín, fundador de Intermoda – Pepe Jeans
Su muerte es un duro golpe al empresariado hondureño. Era un hombre de convicción, de sabiduría en los negocios y de ver el futuro con ojos de éxito.
Aquellos que lo conocieron allá por la década de los setenta, recuerdan que fue un hondureño de trabajo, sin un peso en la bolsa pero con ganas de triunfar.
Ese ímpetu lo llevó a trascender en la vida. Todo lo que atesoró en 50 años como empresario y 71 de vida, fue por trabajar incansablemente. Cuando comenzó, no tenía herencia ni mucho menos ahorros.
Su perfil siempre fue discreto pero su voz y consejos, un referente para entender el porqué de su liderazgo en empresas como Intermoda, Industrias Chamer, InterCosmo, Zip El Porvenir, Viernes de Honduras con la franquicia restaurante Friday’s y desarrollos San Bernardo.
Sus padres Elsa Chahín de Chahín y Emilio Chahín lo educaron a él y a sus cinco hermanos, para que triunfara.
Estudió en el instituto La Salle de San Pedro Sula y luego, en el exterior. Esos conocimientos lo convirtieron en un gerente nato, en un líder, en un modelo a seguir.
Allá por los años setenta, junto a sus inolvidables hermanos Alma y Carlos Chahín y los estimados William, Georgette y Widad, iniciaron lo que hoy es un emporio textil y comercial.
Comenzaron con una sastrería que bautizaron como almacén Don Juan y aprovecharon la necesidad que existía en el país en cuanto a pantalones de vestir.
Analizaron el mercado y decidieron cambiar el horizonte comercial para no afectar ni competir con los sastres artesanales de la época.
Fotogalería aquí: Nicolás Chahín Chahín: momentos ICONOS Mag en la vida del querido empresario
La brújula los llevó hacia uno de los textiles más vendidos en el mundo: la tela de jeans o azulón, como se le llamaba en ese entonces.
Así comienza Intermoda con su marca líder Pepe Jeans, que fabrica desde hace más de 40 años, pantalones jeans que han ido evolucionando con el paso de los años y las tendencias.
Para ese entonces, ya eran los años ochenta y de inmediato, sus creaciones se convirtieron en prenda de deseo en el mercado de la moda del país.
La primera colección de Pepe Jeans tenía una fuerte inspiración del rey de las discotecas y actor John Travolta, porque se alejaba del clásico jean vaquero que predominaba en esos años y que era fabricado con tela de azulón.
Nicolás Chahín comenzó a crear otras colecciones con su producto estrella, pero cada diseño ya tenía un valioso elemento: moda.
Los jeans que continuaron la racha de éxito ya tenían procesos de lavandería y bordados y es así como decide bautizar su producto con el nombre de Pepe Jeans.
Todo lo que producía Intermoda, ya venía con técnicas de lavados diferenciados en todo Centroamérica y el posicionamiento se convirtió en regional.
La empresa textil es la especialista en manufacturar prendas de mezclilla y jeans en Honduras y de vestir a hondureños de todos los estratos sociales con piezas que no tienen nada que envidiarles a marcas importadas.
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Nicolás Chahín es pionero de la moda del jeans en Honduras y con su marca Pepe Jeans, logró que los hondureños adoptaran esta prenda como un indispensable en el vestir diario.
Su visión también fue más allá. Se convirtió en socio proveedor de productos e impulsor de muchas empresas aliadas a la marca en los diferentes municipios y ciudades del país.
Su brazo comercial esta en tiendas Carrión, almacenes El Titán, Maex y muchas más.
Hasta pequeños y medianos comerciantes del interior del país, así como empresas de distribución al por mayor, tienen el empuje de la marca Pepe Jeans y de Nicolás Chahín.
Por si fuese poco, era consejero de cabecera de empresarios de todos los niveles. Era de poca hablar y cuando lo hacía, ya tenía un analisis propicio al tema.
Además, de saludo cordial y amable y un caballero en toda la extensión de la palabra. Jamás trató con altivez a aquellos con los que coincidía o compartía.
Su muerte es un duro golpe a la vida cotidiana empresarial de San Pedro Sula, pero en vida, dejó las cuentas claras: el negocio debe continuar y está en manos de sus hijos, a quienes preparó en todas las áreas empresariales.
