Pastor German Ponce: la imagen más latente del quebranto en el funeral de Ninoska de Ponce

SAN PEDRO SULA. Las despedidas nunca son fáciles y menos cuando se ama. El pastor German Ponce le ha dicho adiós a la mujer con la que compartió gran parte de su vida: su esposa, Ninoska de Ponce.

Fue junto a ella que, llegando al país en 1994, inició el ministerio Iglesia de Cristo Ebenezer Honduras, un grupo religioso que ha traído bendición a la comunidad cristiana local.

Además, con Ninoska de Ponce también tuvo 3 hijos, que ahora se han convertido en fieles servidores de Dios en la congregación de la cual sus padres son pastores.

Fue también en su compañía que vivió momentos gratos e inolvidables. Por si fuera poco, fue junto a ella que luchó contra una enfermedad, que luego de 6 años, le ha arrebatado una parte de su existencia.

Si bien es cierto, el hombre que se todos ven impartir la palabra en el púlpito de la Iglesia Ebenezer o en el estudio de un programa de televisión, es un poco diferente al que se dejó ver en el sepelio de la pastora Ninoska de Ponce.

En ese lugar se mostró aquel hombre que amó profundamente y que, sin duda alguna, seguirá amando y recordando por los años la vida de una entregada mujer, madre, amiga y esposa.

La aflicción y luto han sido evidentes, pues estuvieron a flor de piel. Sin embargo, la fe cristiana se ha sobrepuesto a las circunstancias, brindando paz y consuelo a toda la familia.

El cuerpo de Ninoska de Ponce fue sepultado en el campo santo Jardines del Recuerdo. Su esposo, German Ponce, la ha llorado en completo quebranto; mas la esperanza llena los corazones.

No fue un adiós vacío; simplemente, fue un eterno hasta luego…