Suamy Cerrato: habla el corazón y la experiencia de ‘El Forastero del merengue’

Artista completo: casi cuarenta años en la música, más de diez grupos y cientos de composiciones

ICONOS Mag

Texto Helen Ventura

9 noviembre, 2022

San Pedro Sula. Orgullo de Sonaguera, Colón y una voz que trasciende en el tiempo, Suamy Cerrato El Forastero del merengue es intérprete, compositor y un artista que da honor a la música de Honduras.

Suamy Cerrato El Forastero Honduras
Fotos Ángel Gabriel Sarmiento exclusivas para ICONOS Mag

Nombre completo: José Suamy Cerrato Reyes

Nacimiento: 28 de octubre 1963 en Sonaguera, Colón

Padres: Elvia Benites Reyes y Ligio Lempira Cerrato

Esposa: Miriam Petrona Enriquez Interiano

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Suamy Cerrato El Forastero es considerado una de las mejores voces de Honduras de los últimos tiempos. Son cerca de cuarenta años en la música.

Ganador de muchos festivales nacionales, con más de diez orquestas integradas y cientos de composiciones líricas; este artista es un verdadero orgullo de la cultura musical hondureña.

Es de los pocos artistas que ha integrado grupos emblemáticos de la década de los ochenta y noventa: La Gran Banda, Los Gatos Bravos y Los Profesionales.

Además, creó su propio conjunto Suamy y La Selección, donde continuó deletitando a Honduras y Centroamérica con su excepcional voz.

Banda Ibanez es el grupo en el que El Forastero del merengue desarrolló su carrera a plenitud. Actualmente, es uno de sus vocalistas principales.

Hoy, conocemos el corazón de un artista de nato talento, que lastimosamente no ha logrado el aplauso sincero de la industria musical del mundo, pero que tiene voz hasta para regalar.

Suamy Cerrato El Forastero Honduras
Suamy Cerrato El Forastero Honduras

Si nos remontamos a su niñez, ¿recuerda en qué momento comenzó con esa inspiración para la música?

Soy el hombre más tímido, más miedoso que pueda haber o talvez lo era antes de estar en la carrera. En la escuela era el peor alumno, no porque no se sabía el tema, sino porque al estar frente a la maestra, no podía decírselo. Me moría de pena.

La pena, el pánico, era una parte integral mía desde la escuela y me fue gustando la música.

Estaba en un entorno de campesino, donde yo era el que jalaba el almuerzo de mi abuelito. Siempre me decía: aquí está este cuarto de terreno, aquí vas a hacer tu milpa y yo chapeaba y hacía mi milpa. En medio de ese entorno, ese ambiente, Suamy Cerrato cantaba, cantaba, gritaba.

Salía de mi casa, la milpa estaba como a unos cuatro kilómetros o cinco y yo salía de mi casa corriendo. Me fascinaba correr, llegaba hasta la milpa y en el camino corría y siempre cantaba y me oían cantar. Ey, fijate que no lo hacés mal, me decían mis compañeros.

De repente hubo una actividad de cantantes en el colegio, el Instituto 19 de diciembre. Solo habían como ocho participantes y querían más. Se tenía que cantar a capela y después el ganador tenía que cantar con conjunto.

Como mis compañeros ya me habían oído cantar en el río, en el monte, dice el director: bueno, ahí hay ocho participantes y no es posible que este colegio tiene tantos alumnos y solo hay ocho que canten. Aquí está la tarima, para que aparezcan los que quieran y hacer más grande la competencia.

Yo estaba ahí, pero quedito y viendo, porque me fascinaba eso de estar en medio de aquella multitud.

Se levantaron cuatro compañeros, me fueron a agarrar a la fuerza, me treparon al escenario y todo mundo decía: ¿y ese cipote qué onda? No, ese man no canta. Ya van a ver, decían los demás y me treparon e hicieron una valla para que no me bajara. No, es que él canta y tiene que hacerlo, dijeron. Yo temblaba de pies a cabeza y tuve que cantar.

Siempre me traiciona la razón y me domina el corazón, no sé luchar contra el amor, canté esa rola. Yo gané ese día, increíble. Entonces me di cuenta de que ya eso era lo mío. Y desde ahí empezó el pánico.

Primero, se me encendió el cuerpo con una adrenalina, pero que era el puro fuego, donde yo creo que ese fuego purificó mis limitaciones, las arrancó, las quemó y a partir de ahí Suamy fue diferente.

Tuve el valor para pararme en los escenarios, representando a mi colegio y donde iba, ganaba primero o segundo lugar.

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¿Cómo fue el inicio de esa trayectoria?

El primer grupo que integré fue Los Delfines de la Base Naval de Puerto Cortés.

El comandante de esa unidad militar era un primo de mi mamá, el Capitán de fragata Ricardo Reyes Rivera, Me llevó por instrucciones de la mamá, que le dijo: lleváme este cipote para Cortés. Metémelo al conjunto, porque dicen que canta y yo quiero que le ayudés en ese aspecto.

Me dijeron: bueno, si funcionas ahí te quedas en el grupo, si no funciona vas para la tropa.

Entonces, tenía dos opciones: quedarme en la infantería marina o quedarme en la banda.

Dijeron: este hombre tiene madera, pues ahí se queda entonces. Así fue como me quedé en la Base Naval. Tuve de compañero a Manuel Antúnez El Pumita, cantante de Los Silver Star y muchos otros.

Suamy Cerrato El Forastero Honduras

Háblenos sobre la temporada de festivales donde Suamy Cerrato El Forastero era el indiscutible ganador

Tuve una etapa bonita después de que salí del la Base Naval. Quedé en la calle, sin grupo y con ganas de regresarme para mi pueblo.

El bajista me dijo: no te vayás, quedate aquí, yo creo en vos yo te voy a conseguir un pegue. Cuando, a saber, pero aguantate y vamos a estar en contacto.

Había un festival en San Pedro Sula, que era por etapas: cantante de la semana, cantante del mes, cantante de los seis meses.

Iban dejando lo mejor, como cuando están sacando el oro, que le van sacando toda la escarcha a la arena. Quedó solo la esencia de la interpretación.

Se hizo el festival de los seis meses, ahí entró Suamy. Gané desde la semana hasta los seis meses, las gané todas.

En esa época, conocí a Javier Monthiel y a un montón de cantantes buenísimos que merecían ostentar el primer lugar, pero como el primer lugar sólo es para uno le tocó a Suamy Cerrato.

Yo iba sin público siempre, porque no era de aquí, pero el público de las competencias terminaba aplaudiéndome. Siempre salía con la frente en alto, con el primer lugar.

Esa fue la mejor etapa de mi vida. A mí me preguntan ¿cuál fue su mejor etapa como artista? yo digo la etapa estudiantil incluyendo los festivales, porque fue maravilloso.

Esto es mi vida. Si yo muero y vuelvo a nacer y me ponen a escoger, yo soy otra vez músico, tal vez cambiara de país pero de rubro no, porque la música es mi vida.

Tengo muchos años ya, vengo casi de regreso de mi carrera y yo paso encantado como el primer día.

Suamy Cerrato El Forastero Honduras

¿Por que le dicen a Suamy Cerrato, El Forastero?

Me lo puse yo solo. Primero, porque soy muy original y en las escrituras me encontré esa expresión y miré a quién le decían el forastero.

Jesucristo hablaba mucho del forastero. Usted lo encuentra en un diccionario: una persona que viene de afuera, que entra a un pueblo, que conquistó un pueblo, un trotamundo, que viene de allá, que va para allá que se mueve aquí. Eso es un forastero. Entonces yo era eso en la música. Por eso Suamy Cerrato, El Forastero.

Mi peregrinaje por la música lo dice todo: diecisiete orquestas. Solo busqué el momento propicio para salir con esa bandera, que fue cuando Suamy y La Selección.

¿Cuándo llega Suamy Cerrato a Banda Ibanez y por qué les dicen los hijos de la Satélite?

Los hijos de la Satélite se lo puse yo. Siempre me encanta ser el creativo. Dije: vivimos en la Satélite, la Satélite suena bonito, la Banda Ibanez ya es un nombre internacional, pues un apellido como Los hijos de la Satélite le cae bien, para innovar un poco.

Y empiezo: estos son los hijos, los hijos, los hijos, los hijos de la Satélite y como soy original dije: esto queda bonito. Le puse la estampa, alineé a mis compañeros y se quedó.

Suena bonito todo eso, suena bonito ¡y que potencia, con Banda Ibanez! yo se lo inventé, pero no con el afán de enterrar, de borrar lo bonito que hicieron los hermanos Ayala, porque ellos son unos cantantes excelentes y son el rostro más relevante que ha tenido la banda.

Sus gustos en el merengue

Yo soy merenguero a morir, pero que yo sea merenguero a morir no quiere decir que manejo el merengue en todas sus etapas, en todas sus formas nuevas.

Me encanta el merengue como el de Toño Rosario, Mayombe, como Villalona, Kinito Méndez.

Te voy a confesar algo: el merenguero que más admiro se llama Roberto del Castillo, yo creo que ni está activo. Víctor Roque y La Gran Manzana es mi grupazo, lo abrazo y lo recuerdo todos los días de mi vida. Era mi grupo preferido.

Hay bachateros y merengueros que admiro. Ese país yo lo amo y es República Dominicana y hoy lo confieso.

He soñado ir a cantar a esa nación y nunca lo he logrado. Hasta una canción le hice y llegó a Dominicana, pero tengo los pies en el suelo. Sé que puedo llegar allí y más largo y más alto o tal vez no.

Vivo cada día y sé que voy a llegar hasta donde el Señor me lo permita y a este público tan bello, hasta donde ellos me lo permitan yo voy a llegar. Aquí hay voluntad, hay un poco de capacidad, hay creatividad a morir, el poco talento que tengo, lo doy sin reservas.

Su artista preferido

Mi voz se parece un poco a la de José José. Es mi artista preferido y mi respeto para ese señor, jamás lo voy a igualar, jamás, pero amo su humildad, su forma de interpretar tan excepcional y su forma de tratar el micrófono.

Es un maestro que merece respeto hoy y siempre, y gracias a esa curiosidad y a esa constancia de observarlo, se me pegaron algunas cositas. Todos los festivales los gané con canciones de José José.

Suamy Cerrato El Forastero Honduras
Suamy Cerrato El Forastero Honduras

¿Cómo hace Suamy Cerrato El Forastero para siempre mantener los pies en la tierra y la humildad, ante todo?

Tuve unos padres muy estrictos. Me macaneaban casi todos los días. Todos los días me pegaban y yo me preguntaba ¿por qué? Ahora grande sí me doy cuenta.

Me criaron con esa afinidad, con ese noviazgo con las escrituras. Siempre estuve al lado de los sacerdotes. Era ayudante en sus giras.

Salían a hacer misa a los pueblitos y ahí andaban a Suamy. Siempre tuve esa influencia y me metían en la cabeza que deberían de haber sacerdotes de Sonaguera y me decían: tu eres uno de ellos, uno que puede llegar.

Me he dado cuenta, tanto en aquel tiempo como en este, que nadie está por encima de nadie. Ahorita usted es el grande, mañana aparece otro mejor y si usted no está preparado para manejar las alturas, el porrazo va a ser más grande.

He visto afónicos a estrellas grandes, que prefieren que se los trague la tierra cuando andan mal de la garganta, porque un día malo de la garganta puede ser el sepulcro de un artista, si los medios se empeñan en bombardear ese mal momento. Uno tiene que tener mucho cuidado.

Yo le creo a Dios, le temo mucho y en este momento le sirvo. Tengo 23 años de servirle al Creador y eso no me permite que use un mal comportamiento que no va con mi persona y que al artista se lo perdonan, pero yo no me lo perdonaría, porque sé de donde vengo.

No he llegado a ningún lugar, pero sí sé que hay miles que me quieren.

Proyectos actuales

Estoy grabando dos bachatas en Puerto Cortés. Además, Suamy Cerrato está grabando baladas, baladas preciosas.

Mi vida es un libro grande, una inmensa historia y el devenir nadie lo sabe, uno se lo imagina de acuerdo a lo que vas haciendo.

Yo me miro en los mejores escenarios del mundo, aunque todavía no he aterrizado. Tal vez no va a llegar, pero vale la pena soñar, porque nunca creí que iba a tener éxito de esta magnitud y así como esto creció, puede crecer otro.

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