Margarita II de Dinamarca: la reina del glamour, el altruismo y el carácter

Dinamarca. La reina Margarita II de Dinamarca ha sellado una huella indeleble en 52 años en el trono, al abrazar los cambios, liderar con visión y promover un espíritu de esperanza en el corazón del pueblo danés.

Click aquí: Más humana que reina: Isabel II, la imagen de la realeza en el mundo

La monarca, conocida por su pasión y altruismo, ha recorrido una vida repleta de altibajos que ha superado con excelencia y que la hacen una digna soberana.

Ha trascendido las expectativas de su papel monárquico, convirtiéndose en un símbolo viviente de innovación y esperanza en la nación escandinava.

Infancia y Juventud

Margrethe Alexandrine Thorhildur Ingrid nació el 16 de abril de 1940 en Copenhague, Dinamarca.

Es hija del rey Federico IX de Dinamarca y la reina Ingrid de Suecia, y hermana de las princesas Benedicta y Ana María, quien es reina consorte de Grecia.

Su infancia fue perturbada por la invasión nazi durante la Segunda Guerra Mundial, una época que marcó su psique e hizo que su visión de vida y trato al prójimo se encaminaran por la bondad y la justicia.

A pesar del periodo oscuro de sus primeros años de vida, siguió el sendero del conocimiento y la experimentación de vivencias que expandieron sus horizontes y la hicieron comprender cómo ser una mejor monarca.

Estudió en la Universidad de Cambridge en el Reino Unido, adonde se especializó en ciencias políticas, economía y antropología.

Como cualquier joven, compartía aficiones que la transportaban fuera de sus deberes y la hacían parte de experiencias comunes como su amor por las excavaciones, hobby que compartía con su abuelo Gustavo II de Suecia.

Margarita siempre ha sido sinónimo de familia. Para ella su núcleo es la piedra angular en su vida y la razón por la que ha luchado por enaltecer el nombre de Dinamarca.

Click aquí: Sigue nuestro canal de Youtube @IconosIM y activa las notificaciones

El trono danés

Fue un 14 de enero de 1972 cuando asumió el título como reina de Dinamarca.

Tras el fallecimiento de su padre, dejó de lado proyectos y anhelos personales para servir y proteger a su nación.

La idea de guiar a un país con tan solo 32 años era abrumador, pero Su Alteza Real no se doblegó por la hostilidad que provenía del exterior.

Su acenso a la corona impactó a las multitudes, ya que es la primera y única mujer soberana del país.

A pesar de que antes no se aceptara a las mujeres como líderes, ella ha demostrado su sapiencia y determinación para dirigir.

Durante su reinado se le han conferido los títulos de gran maestre de la Orden del Elefante y miembro de la Real Orden Familiar del Rey Federico IX.

Además, gran cruz con collar de la Orden de San Olaf, dama de collar de la Orden de los Serafines, dama del collar de la Orden de Carlos III, caballero de la Orden del Toisón de Oro y collar de la Orden del Águila Azteca.

Amor y familia

Su Alteza Real estuvo casada con el príncipe Enrique de Laborde de Monpezat.

Contrajeron nupcias en 1967 y más que un matrimonio, eran cómplices en sus atesoradas vivencias.

No obstante, en un rosal no solo existen hermosas flores, sino también espinas que hieren.

Al parecer el génesis de sus desafíos inició por la poca integración con la familia real hasta llevar al francés a envolverse en una avalancha de problemas.

Uno de los mayores escándalos de Enrique fue que comía carne de perro y siempre la comparaba con la de conejo o ternera.

Hasta cierto punto, el matrimonio estuvo en la cuerda floja y más cuando su esposo dejó el palacio real y se mudó a Francia por tener celos de su hijo Federico.

Por si fuera poco, fue criticado en el 2017 por abandonar un evento en el palacio de Christiansborg, aparentemente porque no se le anunció como rey consorte.

Pese a los escándalos, los monarcas antepusieron sus deberes sobre sus discusiones matrimoniales, y eventualmente los conflictos cesaron y sus últimos años juntos los disfrutaron en Copenhague.

Es madre de dos hijos varones: Federico y Joaquín de Dinamarca, pero sólo Federico tiene el derecho a reinar, como príncipe heredero.

Click aquí: El mundo tiene cuatro príncipes menos: Nicolás, Félix, Henrik y Athena

Polémicas en su reinado

A pesar de su aparente imagen inmaculada, Margarita II no ha salido indemne. Muchas polémicas mancharon el récord de la monarca durante su reinado.

Primeramente, como líder de Estado ha tenido problemas con Groenlandia, ya que los ciudadanos de la isla aseguraban que la reina no se interesaba por su bienestar ni avances sociales.

También se ha criticado su hábito de fumar, ya que ella ha compartido que lo humanos deben tener vidas saludables, pero sus acciones son contradictorias por lo dañino que son los cigarros que fuma diariamente.

Sus decisiones y tropiezos no solo la han afectado, sino que deliberadamente ha dañado su relación con sus nietos.

En 2023 Su Alteza Real decidió despojar del título de príncipes y princesas a sus nietos que ahora solo son condes.

Ellos son Nikolai William Alexander Frederik, Felix Henrik Valdemar Christian, Henrik Carl Joachim Alain y Athena Marguerite Françoise Marie..

Los jóvenes no son elegibles para el trono, ya que considera que el linaje debe ser reducido. Son hijos de su hijo Joaquín y su esposa Marie Cavallier.

Además, la relación entre los hijos de la reina Margarita, los príncipes Federico y Joaquín, nunca ha sido recíproca.

La mutua incomodidad permanece en la actualidad y al ver que estos pleitos atraían las miradas, su majestad decidió enviar a Joaquín a Francia.

Con su inesperada abdicación las especulaciones se proliferaron y cada vez era más evidente la situación.

Se ha revelado que su cirugía de espalda solo ha servido como chivo expiatorio para disuadir al mundo de los altercados dentro de la cúpula, específicamente con su nuera Mary Donaldson.

Según algunos medios europeos, la ahora reina consorte de Dinamarca, le dio un ultimátum a la reina, a quien amenazó con dejar a su hijo y regresar a Australia sino cedía el trono.

O somos reyes ahora o esto se acaba es la frase que reveló Luis Pliego, director de la revista Lecturas, a un programa de televisión.

Abdicación y legado

La soberana, conocida por su pasión y altruismo, ha cedido la corona a su hijo Federico, marcando el fin de una era y el comienzo de una nueva monarquía danesa.

Durante la víspera del 2024 y finalizando su discurso anual frente al pueblo danés, ha compartido la impactante decisión que ha estremecido al mundo.

La noticia de la abdicación, ha impactado a muchos, ya que la reina Margarita II de Dinamarca ha sido un pilar en el país escandinavo.

Desde el anuncio, se hicieron preparativos para la coronación del rey Federico X, a quien se le ha conferido el título desde el domingo 14 de enero en el palacio de Christiansborg.

Madre e hijo compartirán la misma fecha, ya que la reina fue coronada un 14 de enero de 1972.

La sincronización de este evento no solo refleja la meticulosa planificación, sino también la armonía y la continuidad que busca mantener la familia real en su servicio al pueblo.

Por si fuera poco, esta elección rompe con la tradición de monarcas daneses que han adoptado el luto al ascender al trono, y destaca la visión del nuevo rey que liderará con optimismo y excelencia.

Tras ceder la corona, la reina Margarita II de Dinamarca siempre ostentará el título de reina de manera honorífica y tendrá voz en el parlamento danés.

Se debe destacar que con el ascenso de Federico X, el siguiente en la línea sucesoria y futuro monarca será el príncipe Cristian de Dinamarca.

La reina Margarita II, la única reina en la historia de Dinamarca, deja un legado inconmensurable que perdurará en la historia de su nación.

Su reinado, que abarcó cinco décadas, se caracterizó por su dedicación al servicio público.

Además, su papel fue unificador y su compromiso con la estabilidad y prosperidad de su pueblo. Por ello, el parlamento danés decidió que la reina Margarita II conserve su título de reina y el tratamiento de su Majestad.

Es ícono de solidaridad, que independientemente de su linaje, siempre mantiene su humildad y espíritu noble.