Sammy Ratelle: el estilista de Billy Porter, con corazón hondureño

Cuando Billy Porter irrumpió en la alfombra roja de los Oscars 2019, otro rostro de la industria de la moda también brilló: su estilista, Sam Ratelle

ICONOS Mag

Texto Felipe Vallejo

30 abril, 2020

REDACCIÓN. Cuando el cantante y actor estadounidense Billy Porter irrumpió en la alfombra roja de los Oscars 2019 con un desafiante vestido-tuxedo que abanderaba la diversidad sexual, otro rostro de la industria de la moda también brilló: su estilista Sam Ratelle.

Aquel ajuar de terciopelo negro firmado por Christian Siriano que Ratelle escogiera para la estrella, fue poco tiempo después bautizado como el más importante del siglo 21 en pisar dicha alfombra, siendo el punto de partida para un viaje espectacular.

Tras las ya conquistadas alfombras de los Golden Globe Awards y los Oscars, vendrían una serie de explosivas apariciones; todas ideadas por Sam Ratelle, de la mano de diversos diseñadores.

Con poco más de 16 mil seguidores en Instagram (a modo de pensar en el número de followers en las redes como una irreal medida de fama, más no de éxito), cifra un tanto alejada de las decenas de miles y hasta millones de algunos pseudo-influencers, este hondureño es uno en la larga lista de personalidades no conocidas que emergen del país.

Pues bien, en medio de la cuarentena Sam ha decidido compartir un poco de su historia con la productora Bronwyn Cosgrave a través de su podcast A Different Tweed.

Lejos de centrarse en los ya icónicos atuendos elegidos para Billy Porter en las red carpet más aclamadas del mundo, esta vez la narrativa ha abordado otro capítulo del multi-facético artista de raíces catrachas: su vida personal.

Sam Ratelle es director de moda y co-fundador de la firma RRR Creative, una agencia de publicidad con sede en Nueva York. Aunque ya es conocido en el medio del espectáculo, para llegar ahí ha tenido que pasar múltiples etapas.

Con su historia contada en stories, el estilista deja una nota de que el ascenso a la cima es un momento perfecto para rememorar los inicios y, en lo posible, ser inspiración para muchos más.

Infancia peculiar

En medio de la década de los 90’s, el pequeño Sammy se lanzaba al sueño americano junto con su madre y con tan solo 8 años de edad. Partiendo desde Tegucigalpa, su primer destino fue Miami. Luego, la ciudad de Houston.

Foto: IG Stories @sammyratelle

Como él mismo ha contado, venía de una familia hondureña un poco ecléctica: un padre de lo más secular y una madre que, justo antes que él naciera, se había convertido a una especie de religión que emergió en el siglo 20: el Branhamismo.

En una de las fotografías compartidas vía Instagram stories, deja ver a trazos cómo era aquella complicada relación madre-hijo.

Foto: IG Stories @sammyratelle

«Estos somos nosotros en la casa de mis tíos, que no eran parte de nuestro culto. A nosotros no se nos permitía celebrar fiestas, particularmente Navidad. De niño, cualquier regalo recibido, debía ser devuelto« detalla.

Mi madre encantadora, profundamente perturbada y mentalmente enferma que realmente solo quería lo mejor para mí. Ella simplemente no sabía cómo hacerlo.

Por si fuera poco, Sam también ha dejado ver algunas de las costumbres de esta especie de fe cristiana, sobre todo las impuestas a las mujeres, y parte de las enseñanzas del respectivo líder y ‘profeta’, William M. Branham.

«Cuando era un niño en Honduras, veía Plaza Sésamo cuando podía escaparme de mis padres con otros miembros de la familia«. Esto, debido a que su vida de culto ni siquiera le permitía ver televisión.

Pese a ello, aquella complicada infancia y aparentemente frustada adolescencia se encaminaban a una vida de decisiones propias, responsabilidades y, eventualmente, muchos sueños por cumplir.

Sammy no era el tipo de muchacho que se sometiera ampliamente a tal especie de vida religiosa, lo que le trajo sus primeros sinsabores, en plena flor de su juventud.

Fue obligado a irse de la casa de su madre justo en el momento en que ella se dio cuenta de su homosexualidad. Así lo revelo en una entrevista para The New York Times a principios de 2020.

«Recuerdo cuando llegué a casa en medio de un día lluvioso y encontré todas mis cosas en el patio de afuera».

Tomado de: The New York Times

Desde ese día dejó su hogar, si de alguna forma se le puede llamar así. A la fecha, su madre ni siquiera sabe lo que hace su pequeño para ganarse la vida, según confirmó él mismo al prestigioso diario.

Pero él mismo se encargaría de forjarse sus propios méritos.

Disrupción y talentos escondidos

Nueva York se convirtió en su nuevo hogar a la edad de 18 años; se aventuró en una ciudad agitada a descubrir sus talentos. De día aprendía de la retadora industria de la moda al trabajar como personal shopper y por la noche se dedicaba a su otra pasión: la música.

Vídeo: IG Stories @sammyratelle

La germinación de ese talento escondido se remontaba a su niñez, cuando escuchaba la música gospel a la que estaba expuesto por la religión. Sam ahora se encargó de transformar esos episodios en arte.

Pero aún siendo un hombre libre y con una vida nueva en una ciudad diferente, no todo fue felicidad. En 2013 fue víctima de un accidente que dejó grandes secuelas.

Foto: IG Stories @sammyratelle

«Salí volando sobre el capó del auto y me golpeé la cara al caer. Afortunadamente, cubrí mi rostro con el brazo… sin embargo, me quebré el antebrazo…».

Todo sucedió justo el día en que dejó su empleo en la tienda Saks, tras recibir una oferta para grabar su primer álbum. A partir de ese fecha, le tomó 8 meses recuperarse por completo.

Postrado en aquella cama de hospital, la vida le ponía en frente nuevos retos.

Foto: IG Stories @sammyratelle

«En un instante no tenía trabajo, no tenía dinero, no tenía salud, ni un disco por grabar».

Pero eso no significaba que la existencia o el universo le ponían un alto a sus más íntimas aspiraciones. Todo lo contrario, solo era una preparación física y emocional para lo que vendría.

El siguiente capítulo tendría más… muchos más instantes dulces.

El gran momento

Sam lleva más de cuatro años de romance con su pareja Ryan Ratelle, un experto publicista de Broadway y productor de teatro, con quien además de crear arte, ha desarollado la agencia RRR Creative.

Conoció al premiado Billy Porter hace un par de años y su trabajo juntos se ha concretado en estilismos que, simplemente, han acaparado la atención del mundo por su mensaje intrínseco.

Uno de los más aclamados fue aquel en el que actor de la serie Pose encarnó al dios Sol egipcio, justamente en la fiesta más importante para el mundo de la moda.

Según la revista Vogue, cabecera organizadora del evento, esa ha sido «la entrada más fabulosa en la historia de Met Gala».

Como fashion stylist, Sam Ratelle ha trabajado con las marcas Paramount Studios, FX Networks, ABC Network, Club Monaco, Bergdorf Goodman, Saks Fifth Avenue, Disney, Tiffany & Co., Coach, Montblanc, Jimmy Choo, Swarovski, entr otras.

Igualmente, ha colaborado con artistas con diferentes artistas, además del famoso Billy Porter.

Al mismo tiempo, colabora con la fundación Aley Forney Center, que le tendiera una mano en un «tiempo desalentador« de su vida.

En 2019, esta institución altruista le reconoció con el premio Ali Forney Award. «Es uno de mis más preciados tesoros; lo veo y se me hace un nudo en la garganta«.

Por ahora sigue enfocado en su incursión en la industria de la moda. No obstante, lleva de lado su entusiasmo por el arte y la música.

De hecho, estrenaría el musical A New City en la primavera de 2020, una obra de su autoría que está inspirada en las vivencias de su infancia en medio de la religión y su descubrimiento del mundo.

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