
In memoriam: Napoleón Larach, un banquero símbolo de liderazgo
Su memoria será inmortalizada mediante las vidas que impactó positivamente, quienes lo recordarán

ICONOS Mag
Texto Redacción Iconos
16 enero, 2025
San Pedro Sula. El empresario don Napoleón Juan Larach Jamis, un ejemplo de perseverancia y excelencia, fue un cúmulo de narrativas que inspiraron a las nuevas generaciones a lograr sus objetivos.
En conmemoración a un año de su indeleble partida lo recordamos como un líder, banquero, padre e hijo. En cualquiera de sus facetas fue un referente de la eficiencia y correcto vivir.
Para esta ocasión, se han recopilado datos sobre la trascendencia del caballero que fue pionero de avances significativos y un ser repleto de amor y benevolencia hasta en su último aliento.



Click aquí: Fallece Napoleón Larach, el último gran banquero de generaciones del país
Infancia y juventud



Nació el 11 de septiembre de 1924 en el hogar de la familia Larach Jamis. Desde su nacimiento, la brillantez y el liderazgo sobresalían del pequeño.
Don Napo, como le decían de cariño, era hijo de los inmigrantes palestinos Emilia Jamis y Juan Larach, padres que no solo lo llenaron de amor, sino de un incansable sentido de iniciativa.
Tuvo una estrecha relación con sus hermanos César, Miguel, Juan, Alejandro, Victoria, Isabel, Elena y Emilia.
Desafortunadamente, Juan y Alejandro Larach partieron a la presencia del Señor a una temprana edad.



Su infancia en San Pedro Sula en los años 20, tuvo siempre un espacio especial en su ser. Junto a sus vecinos los Nuila experimentaron momentos atesorados y risas interminables.
Con casi un siglo en la Tierra, Napoleón Larach atestiguó el avance socioeconómico de la Ciudad Industrial y el advenimiento de la innovación estructural y tecnológica.



De su personalidad se destacaba su humildad y compromiso por el prójimo. Además, nunca dejó que su posición económica ofuscara su decencia y modestia.
Siempre recordaba con estima su juventud como estudiante de la escuela mixta José Cecilio del Valle y del instituto José Trinidad Reyes.
Llevaba en su memoria a sus fieles amigos Héctor Sabillón Cruz, Eloy Page y a los hermanos Kafati y Kawas. También, a las hermanas Fasquelle, Doris Nuila y Joyce Desjardines.
Hombres y mujeres que dejaron una huella indeleble en la historia del departamento de Cortés como alcaldes, ciudadanos ilustres, diputados y gobernadores.
Click aquí: El orgulloso y último discurso en público de Napoleón Larach en 2018
Vida profesional



Desde joven, demostró un futuro prometedor en los negocios, destacándose por su visión en la tienda de su padre hoy conocida como Comercial Larach adonde gerenció por más de 60 años.
En su preparación profesional estudió en la Universidad de Santiago de Chile en donde se especializó en economía.
Además de ser un hombre de familia, don Napoleón Juan Larach Jamis fue un líder y una figura influyente en el ámbito empresarial de Honduras.
Como fundador de Banco del País Banpaís, contribuyó significativamente al fortalecimiento del sistema financiero hondureño, proporcionando servicios y apoyo crucial a individuos, empresas y la comunidad en general.




Su apoyo no se limitó a la industria bancaria, también fue el pilar de instituciones educativas, de la cultura y en apoyo al hondureño.
Ejemplo de ello son la Universidad Privada de San Pedro Sula USAP y su ayuda filantrópica en la creación del Museo de Antropología e Historia de la ciudad.
Por si fuera poco, al hospital Mario Catarino Rivas, fundación Ruth Paz, Hogar Enmanuel, Programa Mundial de Alimentos, Fundación MHOTIVO, Fundación Hope Worldwide y orfanato Yo Quiero Ser.
También a la escuela La Gran Familia, Nuestras Pequeñas Rosas, Fundación Amor y Vida, Teletón y al centro psiquiátrico San Juan de Dios.



Además, promotor de empresas comerciales, bienes raíces, inmuebles y de energía eléctrica, térmica e hidroeléctrica.
Su liderazgo fue inminente en las compañías Juan D Larach, Inversiones Chalet, Comercial Larach, ELCOSA, CANASA, Inversiones Hondureño Árabe, Nueva Sociedad Hotelera y en Desarrollos Inmobiliarios S A.


Don Napoleón Juan Larach Jamis constató los aciertos y fallos de una sociedad en épocas de paz y de convulsión.
Una era marcada por la incorporación de la Costa Norte de Honduras a la fuerza laboral que trajo consigo el ferrocarril y las bananeras .
Ser testigo de la historia de la ciudad lo convirtió en guardián del legado sampedrano, un título que evidenciaba con sus muestras de amor por San Pedro Sula.
Sus años vividos son un recuerdo vivo y no una investigación de estudio. Una conversación con él era una vivencia en primera persona con los acontecimientos que marcaron a Honduras.
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Su amada familia



Napoleón Juan Larach Jamis contrajo matrimonio con Julia Pedro Larach de Larach en 1949 y juntos formaron una familia ejemplar, dando la bienvenida a seis hijos.
Su matrimonio fue tan estable que disfrutaron de 74 años de una fructífera vida juntos.
La dedicación como padre del sampedrano se evidencia en la educación y los valores transmitidos a sus descendientes: Gabriel, Gina, Alejandro, Luis, Carlos y Mireya Larach.
El linaje Larach no se limitó, tuvo 24 nietos y nueve biznietos. De hecho uno de sus nietos Daniel Larach Morales, era tan cercano a su querido abuelo con quien pasó interminables horas preparando su futuro profesional.




La vida familiar de don Napo, caracterizada por su compromiso y liderazgo, se suma a su destacada carrera en el ámbito empresarial y financiero.
Su influencia no solo se limitó a la banca, sino que también al núcleo familiar, donde su papel como padre ejemplar deja una marca duradera.
Legado de don Napo



El último gran banquero de Honduras deja un legado verdaderamente impresionante en la sociedad sampedrana.
Su contribución al país ha dejado una marca perdurable, y su influencia se extiende más allá de las expectativas.
Larach, un caballero que no veía títulos ni puestos laborales, era amable equitativamente y un hombre con solvencia moral.



Tan importante era que recibió reconocimientos. Uno de ellos el premio El Forjador, otorgado por la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés Ccic.
También en su honor se ha edificado la plaza cívica Napoleón Larach, un espacio en Banpaís adonde el regocijo reina.



Su memoria será inmortalizada mediante las vidas que impactó positivamente, quienes lo recordarán por su dulzura y don de gente.
Su influencia continuará resonando en la historia del país y en las generaciones futuras, sirviendo como inspiración para aquellos que aspiran a contribuir al crecimiento y la prosperidad de sus comunidades.