
Hasta siempre al honorable doctor César Abud, ejemplo de vivir para servir
El prestigioso ginecobstetra tenía casi seis décadas del ejercicio de la profesión con ética

ICONOS Mag
Texto Sabino Gámez
2 noviembre, 2022
San Pedro Sula. El gremio de la medicina ginecobstetra de Honduras y la sociedad sampedrana despide a un extraordinario doctor y caballero: el ahora inolvidable César Roberto Abud Handal.

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La tarde – noche de este lunes 1 de noviembre 2022, el querido y admirado doctor, padre, abuelo y amigo, ha elevado su espíritu al Creador.
El deceso del médico de generaciones fue en su residencia, rodeado del amor incondicional de sus cuatro hijos: Carla María, César Francisco, César Roberto y Leyla Nicole. Además, de sus 11 nietos.

El médico César Abud nació hace 85 años en San Pedro Sula. Recién el pasado 23 de octubre, había celebrado esta admirable edad.
Era hijo de los recordados esposos María Handal de Abud y Roberto Abud, también médico.
Además, le dieron la dicha de ser el único varón de tres hijos. Junto a él, la recordada Ivonne Abud Handal y Liliana Abud de Mourra.
Siendo muy joven y ya graduado con un futuro marcado por el éxito, contrajo matrimonio para siempre con la recordada Leyla Abufele de Abud, una dama altruista que lo esperaba en el cielo desde hace más de una década.
Se graduó como médico general en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras UNAH campus Tegucigalpa.
Luego estudió su especialidad en prestigiosas universidades de México y Estados Unidos.
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En vida, por casi 60 años de trayectoria en la ginecología y la obstetricia, recibió sendos y multiples homenajes.
Era un ejemplo vivo de lo que significa ser médico por vocación, por pasión y dedicación, cumpliendo más allá de la promesa hipocrática, la esencia de un verdadero médico.
De hecho, a sus 85 años, aún ejercía en su consultorio en hospital Cemesa de San Pedro Sula, donde también deja historia con letra de oro.
Además, fue de los socios fundadores de este centro médico junto a otros grandes de la medicina como el inolvidable Alberto Downing.
Hace 15 años, el Colegio Médico de Honduras lo exaltó, así como la Sociedad de Ginecología y Obstetricia de Honduras, donde destacó por su excelencia, ética y valores arraigados a la medicina.
Fue director del Instituto Hondureño de Seguridad Social IHSS en San Pedro Sula y se desempeñó con transparencia y compromiso, logrando así ser un modelo a seguir.

Sus hermanos de vida fueron el increíble José Francisco Saybe y el ortopeda Jorge Martín Saybe, quienes encontraron en el doctor César Abud, a un gran ser.
Este miércoles 2 de noviembre 2022, ha sido despedido con una misa de cuerpo presente en la parroquia San Vicente de Paúl. Luego, ha sido sepultado en Jardines del Recuerdo.
El cielo hoy le ha abierto las puertas de par en par a un gran hombre: César Roberto Abud Handal, un caballero mas allá de la palabra, sin tacha ni mancha. Un médico que en vida, vivió para servir a través de la medicina.
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Las familias dolientes son Abud Abufele, Abud Bandy, Abud Gattás, Urmeneta Abud, Canahuati Abud, Ramos Abud y Mourra Abud.


Testimonio en honor al doctor César Roberto Abud Handal
por Gustavo Erazo
En 1962, un niño del barrio Guamilito de San Pedro Sula, cayó enfermo y ningún doctor de la ciudad pudo diagnosticar que tenia ese niño.
Hubo un doctor muy conocido que le dijo a la madre, que el niño estaba fingiendo para no ir a la escuela.
El niño no se quedó callado y le dijo al doctor: «si estoy fingiendo para no ir a la escuela porque saco buenas notas y soy de los mejores del grado«.
El doctor se quedó callado . El niño empeoró y la mamá desesperada, se acordó que a media cuadra de su casa vivía don Roberto Abud, quien tenía un hijo estudiando en último año de medicina.
Se atrevió a ir a buscar a don Roberto Abud. Este la atendió y le dijo que su hijo se estaba bañando y que al nomás salir del baño, se lo iba a mandar a su casa.
Como a los diez minutos llegó a la casa de la angustiada madre. Revisó al niño y dijo: «¡Tenemos que internarlo inmediatamente! Este niño tiene meningitis, una enfermedad mortal«.
Lo subió a su carro y lo llevó al hospital Leonardo Martínez, donde lo ingresaron y después de los exámenes correspondientes, el diagnóstico resultó ser exacto.
Después de quince días en el hospital, el niño se recuperó totalmente e hizo su vida normal.
El doctor de esta historia es el doctor César Abud y el niño ….. soy yo! ¡Dios lo tenga en su Santa Gloria! Por su mano yo estoy vivo.
Esta es una historia de mi vida cien por ciento real.