Born in The Rockies Tour

En las Montañas Rocosas de Colorado, donde nace esta famosa cerveza, Coors Light reunió a 20 influencers de Honduras, Puerto Rico, República Dominicana y México, donde por varios días gozamos de actividades en el frío y nieve, además de conocer la fábrica de la refrescante cerveza.

Llegamos al aeropuerto de Denver por la noche, donde nos esperaba un busito para trasladarnos a Golden, un pueblito en las afueras de la ciudad, y donde se encuentra la fábrica de Coors Light.

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Al día siguiente el desayuno fue temprano y aprovechamos para conocer al resto del grupo con el que pasaríamos los próximos días de aventura.

Bien comidos y organizados, nos dirigimos al tour de la enorme fábrica de cerveza. El recorrido fue más educativo e interesante de lo que pensé, el primer dato curioso que mencionaron es que el agua que utilizan para hacer Coors Light, viene directamente de las montañas, y es ese el éxito de su frescura.

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Conocimos cada proceso de producción, y exploramos sus impresionantes instalaciones, siendo la parte de empaque la más impresionante ya que es donde se empaca la cerveza para ser distribuida a nivel mundial, antes nuestros ojos podíamos ver cómo se empacaban hasta 3,600,000 six packs al día.

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Terminamos el tour después de degustar mucha cerveza, no solo Coors Light, sino otras marcas conocidas que no sabíamos eran de la familia Coors, como Blue Moon y la peculiar Barmen Pilsner.

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Después de un largo recorrido por la fábrica, y por supuesto de mucha cerveza, era hora de explorar el acogedor pueblito de Golden, Colorado, con sus calles llenas de centros de yoga, galerías de arte, cafecitos y muchos bares que ofrecían las marcas de la familia Coors.

El día terminó con una exquisita con todo el grupo, gente súper alegre que definitivamente hicieron que el viaje fuera mucho más divertido. La cena fue una “pairing dinner”, donde aprendimos sobre cómo combinar qué tipo de cerveza con diferentes platillos, algo bien interesante.

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Llegó el día de despedirnos de Golden y seguir a nuestro siguiente destino, las montañas de Breckenridge, aproximadamente a una hora y media de Denver.

Conforme íbamos subiendo las montañas, podíamos ir notando el cambio de clima, se iba viendo mucha más nieve y los paisajes empezaban a ser más espectaculares, definitivamente estábamos en las Montañas Rocosas de Colorado.

Breckenridge nos recibió con una gran nevada, pero también llegamos hambrientos y por suerte nos llevaron directo a la mejor pizzería del lugar, Fatty’s Pizza. Mientras comíamos nos explicaban las instrucciones de la actividad para la tarde: el Amazing Race.

Para el Amazing Race nos dividieron en grupos y nos dieron una lista de retos que teníamos que realizar recorriendo todo el pueblo, buscando pistas en bares, hoteles, y centros de esquí; fue la mejor actividad para que el grupo se conociera mejor. Por cierto, mi grupo no ganó, pero lo dimos todo por completar la lista.

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Nuestro segundo día en Breckenridge fue de muchas actividades. Comenzamos por la mañana practicando “snow mobiles” o motos para nieve, en las que subimos la montaña hasta un pico de 19,000 pies de altura, pudiendo disfrutar de unas de las mejores vistas del lugar y donde jugamos con la nieve hasta cansarnos.

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En la tarde fuimos a los Ice Castles o Castillos de Nieve en Dillon, a 20 minutos de Breckenridge, estructuras de hielo en forma de castillo con espectaculares colores y formas; una muy buena experiencia para familias.

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Para la cena nos llevaron al mejor y fino restaurante del turístico pueblo, Salt Creek Steakhouse, y por supuesto que el sabor, calidad y buen servicio confirman porque es el mejor de Breckenridge.

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Nuestro cuarto día del viaje, y tercer día en Breckenridge empezó temprano, pero lleno de energía ya que llegaba el momento de la verdad, explorar esas hermosas y gigantes montañas, esta vez esquiando.

Es difícil explicar mi emoción explorando esas montañas, admirando los mejores paisajes llenos de nieve blanca sobre pinos verdes, y la mejor parte, practicando el ski, uno de mis deportes favoritos, de verdad disfruté mucho todo el día, hasta que cerraron el acceso a las montañas a las 5pm.

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También es difícil de explicar el dolor de cuerpo después de un largo día de esquiar, literalmente te duele todo y solo quieres un baño de agua caliente y meterte en la cama, pero sin embargo tenía que asistir a la última cena juntos como grupo ya que cada país se separaba al día siguiente.

Como toda despedida la cena fue bien emotiva, el anfitrión de Coors Light, “el jefe”, nos despidió con una palabras super especiales, agradeciendo por ser parte de una aventura que definitivamente cambió nuestras vidas.

Aprovechando que nuestro grupo no salía tan temprano para Denver, y que el día había amanecido despejado y hasta soleado, decidimos disfrutar de la piscina y jacuzzi climatizados, con la mejor vista de las montañas, un momento que definitivamente valió la pena para despedirnos de Breckenridge y Colorado.

Gracias a @coorslighthn por la invitación y la gran oportunidad de participar en una campaña tan increíble con ustedes, además de tratarnos a la altura.

Al equipo que nos atendió en Colorado, gracias por ser de lo más especiales y asegurarse que no nos hiciera falta nada, muy buen trabajo.

Y pues a todas las personas que conocí de mi amada Latinoamérica, saben que tienen nuevos amigos y muchas casas en Honduras, los esperamos, y gracias por darlo todo para que ese viaje fuera inolvidable, hasta la próxima!