
Antonio Vinciguerra Rodríguez: artista y maestro pero más aún, hermano del pincel
El artista tiene más de 30 años de plasmar su talento en cuadros y murales con temas referentes a Honduras

ICONOS Mag
Texto Luis Hernandez / Fotos Cristian Alvarado
4 agosto, 2025
San Pedro Sula. Antonio Vinciguerra Rodríguez tiene más de 30 años de crear e interpretar la cultura, la flora y la fauna de su amado Honduras en espectaculares murales y obras atesoradas por mecenas, galerías y amantes del arte.

Este laureado pintor, muralista y artista sampedrano pertenece a un selecto grupo de artistas que han impulsado el arte hondureño, pues sus trazos y pinceladas brindan la realidad sobre la riqueza natural que ofrece el país.
Su inspiración nace en su estudio de trabajo, ya que es su segunda casa y donde han salido las magnas obras que le han permitido trascender internacionalmente.
Orgulloso de ser un pintor autodidacta, Vinciguerra ha creado piezas únicas con técnicas utilizadas por aquellos que pulen sus dotes artísticos hacia la excelencia.
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A sus 70 años de vida, el maestro Vinciguerra no descansa aunque ya sean más de tres décadas de embellecer los murales y casas de San Pedro Sula con sus obras pictóricas .
Es hijo del inolvidable Antonio Vinciguerra, originario de Nápoles, Italia; y de la apreciada Ada Rodríguez Butcher, nacida en Trujillo, Colón.
Está orgulloso de sus raíces italianas y hondureñas, porque es uno de los tantos valores que le inculcaron desde niño.




Tiene 45 años de casado con la dama Marta Soto de Vinciguerra, un matrimonio que les ha traído tres hijos y cuatro nietos que han heredado su pasión por el arte.
Es amante de las aves, tema principal e inspiración en muchos de sus proyectos artísticos. Admirar cardenales, guaras, quetzales y otros pájaros es recurrente en sus pinturas y en muchos casos, acompañando flora exótica como la brassavola digbyana y exuberante foresta.




Además, pareciera que es una ley no escrita entre los pintores, que el vino y la música clásica deben tener protagonismo de inspiración en sus estudios y el maestro Vinciguerra no es la excepción.
Las melodías de los grandes compositores eternos logran que el enamorado del arte plasme sus sentimientos en creaciones que han sido expuestas en prestigiosos lugares del mundo.
Su carrera es inigualable, porque son pocos los que destacan que durante su trayectoria han pintado en Italia y sus obras han sido exhibidas en el Rockefeller Center en New York, Estados Unidos.





Para Antonio Vinciguerra, el arte es su vida y no duda en enseñarle sus técnicas a jóvenes y adultos para motivarles a continuar por el camino del arte.
El maestro se educó en el instituto La Salle y trabajó por varios años en la Empresa Nacional de Energía Eléctrica ENEE y luego de un accidente, dejó su vida laboral e incursionó en el mundo artístico, su verdadera pasión.
Su talento con la pintura no tiene fecha de expiración. Espera seguir pintando mientras Dios le dé fuerzas y cuando llegue el día que deje este mundo, anhela que sea con pincel en mano.
Tiene tanto talento que puede seguir pintanto y pintando. De hecho, hasta guarda su primera obra: un sencillo y pequeño cuadro donde se conjugan tres elementos básicos en la vida de los bohemios … el café, la lectura y una pipa.





En una charla como nunca antes, Antonio Vinciguerra Rodríguez habla de todo. Su opinión sobre los artistas actuales, la falta de interés cultural de los hondureños y de aquello que jamás antes había compartido desde que comenzó en el maravilloso menester artístico.
¿Dónde nace Antonio Vinciguerra?
Nací en San Pedro Sula. Soy sampedrano de corazón.
¿Cómo se conocieron sus padres?
Mi padre emigró a Honduras a inicios del año 1952 y ese mismo año conoció a mi madre en Tegucigalpa. Se casaron en el año 1953.
¿Cómo se llamaban sus padres y qué valores le inculcaron?
Mi padre se llamaba Antonio Vinciguerra y mi madre Ada Rodríguez Butcher. Tuve una adolescencia complicada cuando murió mi padre, pero no me quejo porque me dieron todo lo que necesitaba en ese momento.


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¿Cuáles fueron sus primeros trabajos siendo adolescente?
Trabajé muchos años en la Empresa Nacional de Energía Eléctrica ENEE como lector de medidores y cuando me trasladaron a Tegucigalpa fui programador de computadoras.
¿Quiénes le compraron sus primeras obras?
Hilda Sabillón de Córdoba y Carlos Castro que tenían sus respectivas galerías en San Pedro Sula.
¿En qué momento empieza a pintar?
Desde niño, porque tenía la facilidad de pintar lo que veía y quería plasmar.


¿Cuándo descubre que tiene talento para la pintura?
Desde pequeño y cuando visitaba las exposiciones de arte en Tegucigalpa. Sabía que podía realizar mejores trabajos que los que estaban exponiendo y luego de recibir un taller de pintura, aprendí a usar los materiales y técnicas para pulir mi talento en el arte.
¿Cuándo incursiona en el arte?
En 1994, después de superar un accidente que tuve en mi trabajo. Decidí dejarlo y fue en ese momento cuando comienzo a pintar.
¿Cuál es el tema de su primera obra y qué significa para usted?
Es un pequeño óleo que mi esposa me ayudó a realizar comprándome los materiales. Es un bodegón de una cafetera, una pipa y una taza de café. No lo he tratado con mucho cariño porque lo guardé, pero siempre le tengo un amor especial.



¿Qué significa el arte para Antonio Vinciguerra?
Es mi vida. He sacado adelante a mi familia y todo lo que tengo lo he conseguido gracias al arte.
¿Qué le motivó a entrar en el mundo artístico?
Una motivación personal. Además, el apoyo incondicional de mi esposa. Ha sido una meta que me propuse y la he cumplido.
¿Recuerda cuál fue la primera obra que expuso públicamente?
Fue una obra que fuimos a pintar al parque infantil de San Pedro Sula y era un árbol seco con hojas, esa fue la primera obra que expuse y que vendí.
¿Cuál fue la sensación cuando se la compraron y por cuánto la vendió?
Una gran emoción, debido a la situación que atravesaba en ese momento y la vendí por 900 lempiras y los más significativo fue que personas de otro país se llevaran mi trabajo para su casa.

¿Tiene preferencia o más sentimiento por una obra específica de su autoría?
Sí, tengo sentimientos, pero son tantas que no puedo elegir una sola. Tengo mucho cariño a los murales que he pintado en la ciudad y una obra que pinté en Italia representando la flora de Honduras.
¿Cómo describiría la evolución del arte en los últimos años?
En Honduras hay un estancamiento actualmente, muy poca producción y muchos artistas copian trabajos de pintores internacionales. Se ha perdido las enseñanzas que nos han dejado los pioneros del arte hondureño.


¿Cuáles son los desafíos que enfrenta un artista en Honduras?
La falta de apoyo. Las autoridades gubernamentales no nos ayudan a promocionar las obras, no se realizan exposiciones o eventos que impulsen los trabajos que hacen y lamentablemente no hay escuela de arte en San Pedro Sula.
¿Por qué motivo el arte no cuenta con el apoyo que merece?
Porque los artistas le dicen la verdad a los políticos por medio de sus obra. Eso les molesta. El artista no se queda callado ante las injusticias que pasan en el país.
¿Por qué los hondureños no se interesan en el arte como sí lo hacen con otras actividades?
El ejemplo más reciente es la llegada de Lionel Messi a San Pedro Sula, donde el alcalde ha priorizado la reparación de las calles aledañas al estadio Olímpico únicamente por el partido, entonces ya se puede dar una idea del poco o nulo interés de los hondureños en el arte.

¿Hay instituciones que apoyan el arte actualmente?
Muy pocas. Antes si habían muchas instituciones que apoyaban a los artistas en la organización de exposiciones. Ahora la única entidad que apoya incondicionalmente es Banco del País Banpaís.
¿Qué opina sobre las obras que se producen en masa y se venden en los comercios de Honduras?
Afecta mucho al artista local, debido a que estas obras le quitan el poco apoyo que reciben los pintores y prácticamente están trabajando gratis y eso no puede suceder.
¿Qué piensa del arte abstracto?
Es una tendencia mundial que ha hecho desaparecer el arte figurativo y es lo que le gusta a los jóvenes. Ya no compran paisajes o bodegones, sino que prefieren un trabajo que puede ser una copia.

¿El arte tradicional pierde relevancia frente al arte abstracto?
Si, porque los artistas ya no pintan paisajes o plazas que reflejen la riqueza de Honduras, aunque con el tiempo no tengo dudas de que el arte abstracto será algo pasajero en el futuro.
¿El arte es exclusivo para quienes han nacido con el talento para pintar?
No es exclusivo. Yo he estado con personas que les he dado clases y han aprendido a pintar ya sea tomando clases o perfeccionando lo que les enseñé.
¿Una persona que no sabe pintar puede realizar obras artísticas?
Si. Hay personas que saben dibujar con lápiz grafito, pero no pueden plasmar color en sus obras y está el caso de gente que sabe pintar, pero no pueden dibujar.
Entonces, una persona puede realizar obras artísticas cuando maneja los tres requisitos que son pintar, dibujar y crear.

¿Qué piensa sobre la nueva generación de pintores hondureños?
La promoción de artistas hondureños es menor que generaciones anteriores. Además, copian trabajos y eso perjudica al interés por el arte, debido a que la gente se da cuenta cuando un trabajo es plagiado.
¿Hay algún artista contemporáneo que admira o le sigue por su trabajo?
Admiro a Pito Pérez por su técnica con la acuarela, Marco Rietti y sigo a artistas de Tegucigalpa.
¿Le ha dejado amistades el mundo artístico?
Si. Bastantes personas que conozco son del mundo artístico y tengo buena relación con ellos.

¿Qué es lo que más le gusta a la hora de pintar?
Me relaja pintar, pongo música clásica, bebo una copa de vino y me encierro en mi estudio a pintar.
¿Qué técnicas utiliza habitualmente en sus obras?
Una técnica mixta. Comienzo con acrílico para darle las texturas que quiero y finalizo con óleo, porque da luz y sombra a mis obras.
¿Cómo funciona la técnica del pastel?
Son barritas que parecen crayolas que sirven para sacar luz y textura a las obras. Es una técnica muy bonita, pero muy pocos saben utilizarla.
¿La sigue utilizando?
Si. Ahora la combino con las obras de acrílico y óleo para dar un efecto único que no alcanzo con las otras dos técnicas.

¿Cómo elige los materiales para sus pinturas?
Los buenos materiales son caros y difíciles de conseguir por las limitantes que existen en el país, entonces toca trabajar con lo que tengamos disponible.
¿Cuánto tiempo le lleva completar una pintura?
Trabajo rápido. Normalmente una semana me toma realizar una obra.

¿Tiene algún hábito antes de empezar a trabajar?
No, porque me desespero. Me gusta empezar a trabajar rápido mis proyectos.
¿Trabaja en una sola obra o realiza varias simultáneamente?
Me aburre estar sólo con una obra, por eso no me gusta trabajar retrato. Entonces trato de trabajar varias obras a la vez.
¿Cómo decide la paleta de colores de cada pintura?
Mi paleta preferida son los colores tierra. Casi todas mis pinturas tienen colores café y terrosos. Es como mi sello distintivo.

¿Qué técnica se le facilita al momento de pintar?
El acrílico, porque lo trabajé en los murales y me permite plasmar lo que quiero en mis pinturas.
¿En qué se inspira al momento de iniciar una obra?
Me gusta trabajar mucho el tema de país, la flora y fauna de Honduras. Eso es parte de mi inspiración. También las montañas, porque hago senderismo y fotografiar aves. Además, el costumbrismo que me gusta bastante.
¿Cuál es la diferencia entre una pintura y una obra de arte?
Cualquiera puede pintar, hacer un par de manchones y decir que hizo una pintura, pero una obra de arte lleva mucho sentimiento, expresión, historia y estudio. Esa es la gran diferencia.

¿Algún lugar de Honduras ha marcado su inspiración artística?
Me gusta el municipio de La Esperanza, Intibucá. Cuando lo visito, voy al valle de Azacualpa. Me relaja y tiene un paisaje hermosos. El lago de Yojoa también me inspira mucho.
¿Sobre qué temas expresan sus pinturas?
Casi todas son figurativas, de preferencia las aves, ya sea en solitario o en un paisaje.
¿Ha expresado sus emociones o vida personal alguna vez en una obra?
Cuando pinto paisajes, expreso mis sentimientos que son el gusto por estos lugares. También cuando hago obras críticas como el cableado de San Pedro Sula, donde las aves buscan refugio ante la deforestación que existe en la ciudad.

¿Qué le motiva a seguir pintando?
El arte es mi vida, pienso seguir pintando mientras Dios me dé fuerzas. Yo digo que voy a morir con un pincel en la mano, por eso ahora pinto con acuarela, para pintar hasta mis últimos días con el menor esfuerzo posible.
¿Qué proyectos está realizando actualmente?
Está la idea de salir a realizar una exposición al extranjero y retomar la actividad de pintar en plazas públicas este 2025.
¿Cuál es el reconocimiento más significativo que ha recibido en su carrera?
El que me dieron en el Centro Cultural Sampedrano CCS cuando me dedicaron el Salón Nacional de Arte en 2019. Fue un punto muy fuerte en vida artística que me dedicaran ese salón y la oportunidad de pintar en Italia en los años 2005, 2007 y 2008.

¿Qué significa para usted que sus obras se exponen internacionalmente?
Un gran orgullo, sobre todo cuando uno de mis cuadros fue seleccionado por las Naciones Unidas para plasmar en una bandera y luego ser desplegada en el Rockefeller Center de New York, Estados Unidos, junto con obras de 50 pintores del mundo.
¿Sabe cuántas obras ha realizado hasta el momento?
No son muchas pinturas. Menos de mil, pero he realizado muchos cuadros y murales.
¿Considera que su trabajo ha influido en las generaciones de artistas recientes?
Creo que sí, porque muchos de mis alumnos siguen pintando, tanto jóvenes como adultos, así que considero que si hay una influencia.
¿Qué consejo les daría a los jóvenes que desean dedicarse a la pintura?
Pintar todos los días, por lo menos una hora diaria para desarrollar el talento, ir a museos, exposiciones y leer.
¿Se puede vivir del arte?
Si. Soy un ejemplo de eso. He logrado subsistir y sacar adelante a mi familia gracias al arte.
¿Ha cumplido todos sus sueños durante su carrera artística?
Si, porque el mayor sueño que tenía era ir a Italia. Primero como turista y conocer a mi familia italiana y luego tuve la oportunidad de regresar como pintor y realizar una obra en público.
¿Se les reconoce a los artistas lo que han aportado al arte hondureño?
Es muy difícil que reconozcan a los artistas en la ciudad. No hay cultura de reconocimiento en Honduras lamentablemente y eso hace que muchos grandes artistas sean olvidados.
¿Qué piensa sobre la inteligencia artificial y su influencia en el arte?
Nos está sacando del mapa, pero aun así siempre se necesitan artistas para decirle lo que tiene que hacer.
¿Se le puede considerar artista a un diseñador gráfico?
Se le podría considerar, porque un diseñador debe tener conceptos artísticos, pero ellos cuentan con herramientas que les facilitan el trabajo, así que aún no hay una respuesta definitiva.

¿Cuál sería el punto de inflexión en el que un joven comience a disfrutar del arte?
Desarrollar el sentido de observación, asistir a ver esculturas para tener una idea sobre lo que es el arte.
¿Cree que el ambiente en el que se mueven los jóvenes impide que desarrollen su interés hacia el arte?
Si, porque la tecnología impide que los jóvenes tengan imaginación. Sólo ven lo que les ofrece las redes sociales y no miran más allá, entonces no aprovechan la diversidad que existe en internet.
¿Qué puede contar sobre el muralismo?
Tengo la facilidad de trabajar en murales. He trabajado con arquitectos y ha sido una bonita etapa.
He pintado los murales más grandes que hay en San Pedro Sula, en el campus de la Universidad de San Pedro Sula USAP y un supermercado.

¿Prefiere que le llamen pintor o artista?
Artista.
¿Por qué utiliza la fotografía?
Porque es un auxiliar. Siempre soñé con tener una buena cámara y cuando salieron las cámaras digitales pude comprarme una.
¿Cuál es la historia sobre su obra acerca de los pájaros refugiándose en un cableado?
El cuadro se llama Madeja divina. El nombre lo eligió el poeta José González, que es amigo mío.
Fue al Lago de Yojoa en un viaje. Había congestionamiento y voltee a ver un poste. Fue entonces cuando vi uno de los postes lleno de cables y habían nidos donde los pájaros buscaban refugio. Ahí me inspiré para hacer la obra que la primera versión se encuentra en el Centro Cultural Sampedrano.

¿Puede hacerse rico un pintor solamente haciendo arte?
Rico no, pero puede vivir en buenas áreas con tranquilidad.
¿Qué piensa de los y las mecenas de arte en Honduras?
Mecena es aquel que con mucho esfuerzo logra comprar un cuadro para tener en su estudio o casa, pero hay muchos vividores del arte y del artista en Honduras.
¿Cuál es el pintor más grande de la historia de Honduras según Antonio Vinciguerra?
Me gusta el trabajo de Carlos Garay por el impresionismo.

Si no fuera pintor, ¿Que le hubiese gustado ser?
Arquitecto.
¿Ha tenido alguna frustración?
La única frustración que he tenido fue la muerte de mis padres.
¿Ha sufrido depresión alguna vez?
No, gracias a Dios no.

¿Ha perdido la inspiración alguna vez?
No. Siempre estoy inspirado, porque sino estoy pintando, estoy tomando fotografías.
¿En cuánto oscilan sus obras?
He vendido obras pequeñas en mil 500 lempiras y he vendido cuadros más grandes fuera de Honduras a más de 30 mil lempiras.
¿Cómo se califica Antonio Vinciguerra Rodríguez?
Un artista figurativo y que busca entrar un poco en el impresionismo.

¿Pesa el apellido Vinciguerra cuando se habla de arte?
Si, sobre todo en San Pedro Sula.
¿Por qué considera que no hay imaginación en los artistas jóvenes?
Porque les gusta copiar y hacer todo fácil. No les gusta pensar ni investigar.
¿Cuál es el motivo por el que los hondureños no asisten a las exposiciones artísticas?
Por falta de promoción, con la casi desaparición del periódico impreso, ya no hay invitaciones a las exposiciones de arte y las instituciones que organizan los eventos no invitan a los artistas.
¿Qué le pasará al arte hondureño si sigue por el camino que va hasta el momento?
Hay algunos artistas que están rescatando el arte con la pintura de murales en los pueblos, pero existe el riesgo de desaparecer si no hay apoyo.

¿Cuántos años le faltan a Antonio Vinciguerra para seguir pintando?
Hasta el último día de mi vida. Espero irme de este mundo con un pincel en la mano porque pintar es lo que ha marcado mi vida.
El artista y muralista Antonio Vinciguerra Rodríguez día a día busca crear su más grande obra en la vida, en un atrincherado estudio en una segunda planta de su residencia.
Lo que aún no se ha dado cuenta es que él es la obra de arte más vigente de esa generación de artistas que merecen más por tres sencillas razones: autodidacta, perseverancia y respeto al arte.