
Dante Lazzaroni, un pincel de Río Lindo que se pulió con la práctica académica
El artista de la plástica enfocó su obra en temas cotidianos y un marcado nacionalismo

ICONOS Mag
Texto Raul Francisco Ayala
27 agosto, 2022
San Pedro Sula. Dante Lazzaroni Andino es otro gran pintor de Honduras que en sus casi 50 años de trayectoria, se enfocó en dejar una herencia pictórica y de civismo patrio que hoy lo reconoce como un pintor hondureño destacado del siglo XX?



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Nace en Río Lindo, Cortés, el 7 de julio de 1929. Tenía ascendencia italiana y siendo aún niño llega a la capital Tegucigalpa, donde ingresa a la escuela Lempira de Comayagüela.
Su maestro Ramón Díaz estimula habilidades artísticas en el pequeño Dante, quien ya tenía mucha destreza para el dibujo.
Más tarde, en 1945, su sed de aprender lo lleva a la Escuela Nacional de Bellas Artes. Por ese tiempo, la enseñanza era con talleres prácticos. La teoría o la documentación de estudio era escasa.
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La escuela impartía clases de dibujo, pintura, escultura, cerámica y talla. Allí recibe clases con el gran pintor Max Euceda.
El maestro Euceda le proporciona reglas básicas del dibujo natural. En pintura estudia con Samuel Salgado y en escultura religiosa con Salvador Posadas.



Dante Lazzaroni Andino egresa de Bellas Artes en 1949. Durante cuatro años, se esmera en sus clases. Ese año gana una beca para estudiar pintura en la Academia San Carlos en México.
En el país azteca recibe orientación de los maestros José Chávez Morado y Antonio Rodríguez Launa, este último, un pintor español afincado en México.







La influencia nacionalista de Diego Rivera, Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros aún es manifiesta en la pintura mexicana.
Por ello, la orientación que recibe el pintor Dante Lazzaroni es de carácter popular con base en conflictos sociales.
Las actividades cotidianas de la gente en los mercados, en los barrios y la vida rural son parte de sus temáticas.

Este nacionalismo está enfocado en los valores cívicos para combatir la invasión de culturas extrañas.
Su regreso a Honduras


De regreso a su país, en 1953, se convierte en maestro de la institución que lo formó. Imparte clases de dibujo y pintura en la Escuela Nacional de Bellas Artes.
También es nombrado supervisor de artes plásticas en la Dirección General de Educación Media.
En su obra, el pintor Dante Lazzaroni aplica su línea cívica a la realidad hondureña contribuyendo con el fortalecimiento de la identidad nacional.


El pintor presenta motivos hondureños en su trabajo con un estilo expresionista y profundidad de color.
Su técnica consiste en acrílico, silicón, tipos de temple y cola. Enfatiza la figura humana y los aspectos sociales.
En 1984, su arduo trabajo es reconocido al recibir el Premio Nacional de Arte Pablo Zelaya Sierra, y en 1988 funda la Galería Lazzaroni para enseñar pintura y exhibir sus obras.
La vida del pintor llega a su final en 1995, a los 66 años, dejando un gran legado al mundo de la plástica hondureña.