San Pedro Sula.Honduras es cantera de artistas y maestros de la pintura, que se han destacado en el país y en la zona centroamericana por su arte y don con el pincel. Conoce a los maestros de la pintura hondureña.
Fue un médico y anestesiólogo. Nació en Tegucigalpa en 1932. Estudió en Estados Unidos, Suiza e Inglaterra. Sus primeros pasos en el arte los dio haciendo figuras de cera y dibujos durante la primaria. Amante de los museos y exposiciones de arte. En 1970 aprendió el arte de candelabros decorados con lámina de oro, flores de cobre, cerámica estilo maya y cuadros al óleo a través de un taller en su residencia. Su neorrealismo no sigue una línea rígida, unívoca. Al contrario, se multiplica según los temas adoptados. Amó pintar animales en acción. Las palomas fueron su musa en casi toda su herencia pictórica. También ahondó en la figura humana.
Beningno Gómez
Prodigio del pincel, este maestro nació en Naranjito, Santa Bárbara, en 1934. Las palomas y la temática religiosa en tonos intensos, así como la figura humana fueron su recurrente inspiración. Gracias a una beca de 25 lempiras, estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes en Tegucigalpa, y sus maestros fueron Arturo López Rodezno y Samuel Salgado. Cuando estaba en sus 30 años, emigró a Italia para aprovechar una beca de arte. En 1976 ganó el máximo premio nacional de arte de Honduras, el Pablo Zelaya Sierra. Falleció en septiembre de 2017 en la capital y su muerte fue un duro golpe para el círculo artístico de Honduras.Es parte de maestros de la pintura hondureña.
Teresita Victoria Fortín
Originaria del Yuscarán, El Paraíso. Teresa Fortín nació en 1885 en un hogar de acaudaladas figuras de abolengo. Estudió magisterio en Tegucigalpa. Fue alumna de Pablo Zelaya Sierra, quien realmente la formó. Su legado se basaba en el realismo, el impresionismo, la temática religiosa, el collage y el arte naif. Era una dibujante nata. En la década de los años 20 conoció al pintor italiano Alessandro del Vecchio, quien vino a Honduras para restaurar la Catedral de Tegucigalpa. Fue su ayudante gracias al perfecto manejo de color y dibujo. De ahí comenzó a adentrarse en el mundo de la pintura y dejó a un lado el magisterio. Falleció en Tegucigalpa en 1982. Tenía 97 años.
José Antonio Velázquez
El pintor más importante de la historia de Honduras, el primer primitivista. Originario de Caridad, Valle, nació en 1906. Fue telegrafista, peluquero, escultor, fotógrafo, comerciante, y político, pero sin duda el ser pintor fue lo que lo inmortalizó en el mundo de la pictórica. Sus obras valen más que el oro. El rey del arte primitivista o naif, José Antonio Velásquez, es el artista más prominente que ha tenido Honduras en su historia. Tenía 76 años cuando falleció de un infarto, el 14 de febrero de 1983, y el país entero tuvo tres días de duelo. La herencia velazquista es de incalculable valor porque creó un minucioso y delicado trabajo primitivista donde fue recurrente la figura de un perro. Expuso en España, Portugal, Francia, Italia, Suiza, Checoslovaquia, Holanda, Australia, China, Japón, la antigua Unión Soviética, Venezuela y México.
Mario Castillo
Considerado el mejor retratista de la historia del país y uno de los grandes paisajistas, este era maestro pincel con carisma, optimismo y alegría. Nació en diciembre de 1932 en San Pedro Sula, Honduras. Autodidacta e ícono de la pintura hondureña, Mario Castillo nació para ser grande. Comenzó pintado a su madre a través de lápiz con acuarela. Su pasión por la pintura lo llevó a conocer gente que le tendió la mano y le enseñó. Uno de sus maestros fue Jean Batiste Delagis. Obtuvo una beca para estudiar licenciatura en pintura en la Academia de Bellas Artes en Roma, Italia. Gracias al respaldo del expresidente Juan Manuel Gálvez, Castillo logró graduarse. Antes de que finalizará la década de los años cincuenta, retornó a Honduras para ejercer como docente de la Escuela Nacional de Bellas Artes. Le fascinaban los ángeles y las palomas. Manejó todas las corrientes y técnicas. Era completo. Desde el cubismo, el impresionismo, el expresionismo, los retratos y los ángeles, que se convirtieron en su identidad pictórica. Es parte de maestros de la pintura hondureña.
Moisés Becerra
Pincel supremo. Nació en Dulce Nombre de Copán en diciembre de 1926. Cumpliendo la mayoría de edad se mudó a Tegucigalpa, donde se matriculó en la Escuela Nacional de Bellas Artes y fue alumno de Arturo López Rodezno y Max Euceda. Este último le enseñó técnicas europeas que logró consolidar y le sirvió para plasmar hechos de Honduras en sus obras. Luego emigró a Italia donde descubrió nuevos matices en sus raíces cubistas y se decantó por la pureza del abstraccionismo. En 1953, bajo el patrocinio de la Escuela Nacional de Bellas Artes obtuvo una beca para continuar estudios de dibujo y pintura en la Academia de Bellas Artes en Roma, Italia. Expuso en muchas ciudades de Italia, España, Suiza, Francia, Mónaco, Estados Unidos, México y todo Centroamérica. Afianzó su arte basando su talento en el expresionismo, el cubismo y la corriente neofigurativa. El hombre rústico y natural inspiraban cada obra. Usó mucho los rojizos. Fue maestro de dos importantes escuelas de arte en Italia. También fue ganador merecido del Premio Nacional de Arte Pablo Zelaya Sierra.
Arturo López Rodezno
Fue un gran muralista y ceramista. Sus murales están en el aeropuerto Tocontín, Banco Atlántida, el Centro de Arte y Cultura de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras(UNAH) y otras grandes instituciones. Fue fundador en 1940 de la Escuela Nacional de Bellas Artes junto a otros colegas pintores. Ganó innumerables premios y distinciones internacionales. Muchas de sus obras están en manos del Banco Central de Honduras, Banco Atlántida y mecenas anónimos. Es considerado el padre de la modernidad del arte hondureño y tuvo un preponderante manejo de técnicas como el grabado, monocopia, plumilla, aerógrafo y dominó la difícil técnica de cobre sobre esmalte. Su fallecimiento fue en Tegucigalpa en enero de 1975. Es considerado el muralista más emblemático de Honduras.
Max Euceda
Maximiliano Ramírez Euceda o simplemente Max Euceda, es otro de los hijos inmortales del pequeño pueblo de Caridad, Valle. Nació en 1891 y cuando tenía 30 años ganó un concurso para una beca en España. Fue naturalista por excelencia. Pintó retratos con inmensa expresividad y sus paisajes rayaban en el impresionismo. Pintó y dibujó sin tener conocimientos académicos, guiado por su ímpetu y con técnica empírica. Una de las obras que más lo identificó es La esposa del pintor donde el nivel expresivo fue alto. También incursionó en el impresionismo romántico, donde demostraba cierta nostalgia a través de tonos rosa, marrón y azul. Plasmó emblemáticas edificaciones de Tegucigalpa. Murió en la capital en 1987.
Gelasio Giménez
Cubano, pero hizo de Honduras su primer amor. Estudió escultura en la Academia San Alejandro en La Habana. Cuando tenía 34 años decidió recorrer Latinoamérica con la convicción de estudiar los movimientos artísticos de cada país. En 1958 llegó a Honduras donde decidió residir y se hizo hondureño legalmente cuatro años después. Comenzó con un estilo neofigurativo con un sello de textura muy auténtico donde intervenía la naturaleza y la figura humana. Luego experimenta con el realismo con detalles barrocos y por si fuese poco, ahonda en la temática religiosa con color, delicadeza y suavidad. Es considerado un artista de luz porque siempre recurrió a los tonos vivos. Su obra es iluminista y también aprovechó la técnica de difuminación para darle más drama a sus obras. En declaraciones antes de fallecer declaró que «para mí lo más importante es el hombre y este debe ser captado por el arte en toda su riqueza humana». En 1995 ganó el premio nacional de arte Pablo Zelaya Sierra. Falleció en 2008 en Tegucigalpa, Honduras.Forma parte de maestros de la pintura hondureña.
Dante Lazzaroni
Nació en Río Lindo, Cortés, en julio de 1929. Su obra hizo énfasis en la identidad nacional a través de sus trazos. Usó la estilización vertical en cada una de sus obras. Hijo de un inmigrante italiano, Dante estudió dibujo, modelado, cerámica y pintura en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Honduras. Obtuvo una beca para profundizar y perfeccionar sobre pintura, escultura y grabado en la Universidad de San Carlos de México, donde obtuvo medalla de plata al mejor pasante de pintor. Fue maestro de la Escuela Nacional de Bellas Artes, director de la carrera de pintura de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) y fundó su taller Dante Lazzaroni, donde convergió la experiencia y la exploración artística. Fue galardonado con el Premio Nacional de Arte Pablo Zelaya Sierra en 1984. Sus obras están por todo Centroamérica, Estados Unidos, muchos países sudamericanos, México y hasta en España, Alemania, Francia e Italia. Falleció en el año 1995 en Honduras.
Confusio Montes de Oca
Originario de La Ceiba, nació en 1896. Fue titiritero a través de una pequeña compañía de teatro que recorría los pueblos remotos del país. Siendo un niño demostró su ferviente pasión por el arte, principalmente en el dibujo. En plena pubertad, se dedicó a pintar los paisajes tropicales de la costa norte de Honduras. Lo hizo con perfecta técnica de color y un magistral trazo. En 1919 logró, con esfuerzo propio, viajar a Francia y se estableció en París. Ahí trabajó en la pintura. Nunca pudo obtener una beca y consecuentemente se hizo pintor de forma autodidacta. Uno de sus grandes obras fue El Forjador, con el que ganó un importante premio en París. Realizó figurativismo romántico y su legado pictórico se caracterizó por la perfección de la belleza y la armonía de maneras. El paisaje lo adoptó al impresionismo. Después de seis años de vivir en Europa, en Francia e Italia específicamente, regresó a Honduras en 1925 y murió dos meses después. Los críticos afirman que su último cuadro llamado Yo, reflejaba el abatimiento de su alma.También se incluye en maestros de la pintura hondureña.
Nació en Santa Rita de Copán en 1927. Estudió arte en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Tegucigalpa y cerámica en el Instituto Superior de Cerámica de Faena, Italia. Fue catedrático de Cerámica en Bellas Artes y, además, fundó el Estudio de Arte Lumar donde realizó exposiciones colectivas e individuales y donde muchos bohemios e intelectuales se reunían para la tertulia. Su estilo neofigurativo tenía una preponderante influencia egipcia en los animales que creaba. Pintó cerca de quince cuadros en materiales mixtos y realizó cinco proyectos para murales que no se ejecutaron. La década de los sesenta fue la más fructífera para Luna. Jamás ganó el Premio Nacional Pablo Zelaya Sierra pese a que siempre presentó candidatura y murió en 1978 con esa frustración. Había sido premiado con distinciones internacionales por su indiscutible talento. Trabajó el esmalte sobre cobre y fue amigo de los grandes maestros de la pictórica hondureña.
Aníbal Cruz
Alumno de Benigno Gómez, Dante Lazzaroni y Mario Mejía, este maestro del pincel nació en agosto de 1944 en la ciudad de La Paz, La Paz. La primaria la cursó entre su pueblo natal, Tegucigalpa y Choluteca. Fue profesor de dibujo al natural en la Escuela Nacional de Bellas Artes. Tuvo exposiciones en Estados Unidos, España, Brasil, El Salvador, Nicaragua, Italia y Honduras. Participó en diferentes bienales de arte. El legado pictórico de Cruz está en poder de mecenas anónimos. En cada obra expone pobreza, personajes desaliñados y carentes de todo glamur. Los expone de forma tortuosa, entre angustia y tristeza, La desesperación también es reflejada a través de esas pinceladas magistrales. La infelicidad es recurrente en sus obras. El tono azul prevalece en muchos de sus cuadros. Falleció en diciembre de 1996. Por supuesto, forma parte de maestros de la pintura hondureña.
Álvaro Canales
Nació en San Pedro Sula en octubre de 1919. Siendo escolar demostró su inclinación por el dibujo. Sus padres, al descubrir su habilidad, le contrataron un profesor personal que le enseñó profesionalmente el dibujo y la pintura. Fue ordenado en su forma de pintar y se inspiró en la realidad del ambiente plasmando el ferrocarril, plantaciones de banano, obreros y gente en mercados, según biografías de este artista. Se mudó a México, donde incursiona en el ámbito pictórico con buen suceso. Expuso en conmemoración del 72 aniversario del nacimiento del maestro Diego Rivera y la crítica lo alabó. En 1960 realizó un mural en mosaico para el edificio del Ahorro Hondureño«. La obra fue bautizada con el nombre de Esfuerzo evolutivo del hombre y constituye una de las creaciones más importantes de Canales. Otro de los relevantes trabajos de Álvaro fue la realización de un mural para el auditorio de la Universidad Nacional Autónoma, obra que se efectuó en el transcurso de 1978. La misma se titula Evolución de la sociedad. Falleció en México en octubre de 1983. Fue un muralista por excelencia.
Pablo Zelaya Sierra
Nació en Ojojona, Francisco Morarán el 30 de octubre de 1896. Estudió en la Academia Nacional de San Fernando en Madrid en los años 20. Es uno de los grandes maestros de la pintura de Honduras. Su obra expone un claro mensaje individual e introspectivo. sus trabajos denotaban una actitud individual e introspectiva. Es considerado el padre de la plástica contemporánea. La pintura y el dibujo eran su sello. El máximo Premio Nacional al Arte hondureño lleva su nombre. Vivió menos de cuatro décadas pero logró grabar con letras de oro su nombre. Sus restos descansan en el Cementerio General de Tegucigalpa después de fallecer muy joven: 36 años, víctima de derrame cerebral. También forma parte de maestros de la pintura hondureña.