
Hermes Armijo Maltez: de la cuna del oro verde a la cima eterna del arte de Honduras
Sus obras neofigurativas y expresionistas en técnica acrílica, lo han inmortalizado

ICONOS Mag
Texto Raul Francisco Ayala
5 marzo, 2022
San Pedro Sula. La ciudad de La Lima también tiene hijos prodigios en la plástica nacional y uno de ellos es el gran e inolvidable pintor Hermes Armijo Maltez.
Esta estrella del pincel nació en la cuna del oro verde el 8 de mayo de 1951 y, con su legado de obras neofigurativas con toques expresionistas, se convirtió en un referente de la pintura hondureña.


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Siendo un niño, se mudó a Tegucigalpa, Honduras. Su educación primaria la comenzó en la escuela Francisco Morazán de la capital.
Por cosas de la vida, la culminó en la escuela José Cecilio del Valle de San Lorenzo, en el sur de Honduras. Esta es otra ciudad donde residió previo a la pubertad.
Siendo muy joven, mostró su dedicación y pasión por el dibujo, pues hacía trabajos didácticos que sus maestros utilizaban como herramientas de clase.
Su tendencia al arte la heredó de su padre, quien fue un constructor de profesión, que también practicó la escultura en piedra.
Desde su juventud admiraba a los artistas sociales, dada su sensibilidad a las necesidades humanas, las cuales fueron manifiestas en sus lienzos.
Además, se inclinó por el expresionismo social, el cual mantuvo en toda su trayectoria artística.


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Hermes Armijo Maltez, fascinado por las artes plásticas, decidió aprender el arte del pincel de forma profesional y comenzó estudios artísticos en la Escuela Nacional de Bellas Artes para más tarde exponer sus obras.
Este limeño no fue un hombre estancado en sus conocimientos y saber. Siempre quería más. Por ello, estudió grabado, escultura, dibujo y pintura en la Academia San Carlos de la ciudad de México.


Con el paso de los años y la experiencia, los lienzos en técnica acrílico de Armijo Maltez fueron puliendo la visión de su autor. Trazos y color simbolizan su criterio pictórico.
Sus pinturas representan abundancia de tonalidades y, además, destacan situaciones sociales y humanas.
Su obra da énfasis a figuras de hombres y mujeres en actividades del diario vivir con trazos sencillos e identificables, logrando emitir un mensaje audaz, con movimiento y, sobre todo, con líneas minimalistas.

En cada obra, este maestro demostró que su código expresivo siempre fue la figura humana, dándole protagonismo y enfoque a las manos, al rostro y los pies.
Sus personajes, que pasan inadvertidos o invisibles, logran ser realidad mediante las obras de expresión de este magnífico artista de la plástica.
Algunas de sus creaciones más conocidas son: El arador, La india, La visita, La dama con cartuchos, esta última, un bestseller para los mecenas de arte.
Banco Atlántida reconoce su trayectoria artística y lo destaca en su muestra online Entre el costumbrismo y la abstracción, arte hondureño de la posguerra.
Además, en esa exposición del Museo Virtual de la institución bancaria comprometida con la cultura, se exponen sus obras junto a otras figuras de su talla como Moisés Becerra, Benigno Gómez y Dante Lazzaroni.
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El pintor Hermes Armijo Maltez hizo una carrera gloriosa como maestro del pince. Gracias a ello, fue reconocido con galardones de mucha prestancia.
Entre los reconocimientos que recibió a lo largo de su carrera están el premio del Concurso de Pintura Nacional José Cecilio del Valle.
También, el Premio Nacional de Pintura Álvaro Canales y en 2010, su consagración como pintor: el Premio Pablo Zelaya Sierra, el máximo galardón que otorga el país.
Este insigne maestro del arte nacional ha dejado un legado de talento con sus obras, las cuales aprovechó trazo a trazo para para identificarse con los problemas sociales.
Su trayectoria artística no solo muestra su habilidad sino también su sensibilidad humana y una forma de denuncia de la injusticia social.
Un día triste para el arte pictórico nacional fue el 21 de noviembre de 2016, pues en esa fecha, este gran representante del arte partió hacia lo ignoto.
En vida creó una herencia pictórica que hoy es invaluable y un luminoso sendero para ser referente a las nuevas generaciones del arte nacional.
Tengo una obra de Maltez en San José Costa Rica, la conservo junto con otra obra de Luis Hernan Padilla; también de Honduras