Benigno Gómez: vivencias, palomas y un invaluable pincel de Honduras

El gran exponente del arte hondureño nació en un pequeño pueblo de Santa Bárbara

ICONOS Mag

Texto Raul Francisco Ayala

16 marzo, 2022

Redacción. El pintor Benigno Gómez es el eterno y brillante hijo de Naranjito, un pintoresco poblado escondido entre montañas en el departamento de Santa Bárbara. Aunque ya no vive, con su arte llena de gloria a Honduras.

Pintor Benigno Gomez
Fotos Museo virtual Banco Atlántida y José Rubén Merlo derechos reservados para ICONOS Mag
Pintor Benigno Gomez

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Su nacimiento representa un día histórico para el país. El día 17 de enero de 1934 trajo consigo al que sería uno de los más grandes talentos de la plástica hondureña.

Sus padres: Antonio Gómez, un músico autodidacta y dedicado a los cultivos agrícolas, y su madre Concepción López, quien se esmeró en su cuidado y educación, lo educaron con tesón.

Ellos no imaginaron que ese hijo llenaría de orgullo no solo a ellos sino también a Honduras, pues destacaría como uno de los grandes de la plástica en Latinoamérica.

Su infancia transcurre a la par de la dictadura cariista, siendo testigo en su adolescente, del final de esta etapa de opresión.

A los 16 años, en 1950, ya era un joven apasionado por el arte y su sueño era desarrollar técnicas en la educación formal de la pintura.

El talento para el dibujo era notorio, lo que lo hizo obtener una beca cuyo valor era de 25 lempiras para estudiar en la Escuela Nacional de Bellas Artes.

Para ese tiempo ya había emigrado de su natal Naranjito en busca de oportunidades para desarrollarse profesionalmente.

Quince años después, en 1965, su talento plasmado en sus primeros lienzos le abrieron puertas a la educación superior en la pintura.

Obtuvo una nueva beca para optimizar sus habilidades en la Academia de Bellas Artes en Roma, Italia. Ahí con los grandes, aprendió de los grandes y pulió su grandeza pictórica.

Años más tarde, finalizó sus estudios en Europa obteniendo el título de licenciado en arte.

Pudo haberse quedado en aquel continente, donde el talento artístico es de gran valor, pero el amor a su patria lo hizo volver para dar lo mejor de sus conocimientos.

Benigno Gómez comenzaba así a labrar su nombre con excelencia en el concierto de las naciones latinoamericanas.

Al regresar a Honduras se integró al equipo docente de la Escuela Nacional de Bellas Artes de Tegucigalpa. Se fue como graduado y volvió como catedrático.

Pintor Benigno Gomez
Pintor Benigno Gomez

El que fuera discípulo de Arturo López Rodezno y Samuel Salgado, maestros reconocidos de la plástica hondureña, ahora seguía los pasos de sus mentores.

Transmitía sus conocimientos a los alumnos de tan prestigioso centro del saber artístico, la Escuela Nacional de Bellas Artes de Tegucigalpa.

Con ello, el pintor Benigno Gómez puso sus pies muy firmes en su carrera para alcanzar la gloria con el pincel que hoy lo inmortaliza.

Pintor Benigno Gomez
Pintor Benigno Gomez

La obra del maestro refleja muchísimo, desde color y vida hasta sentimientos y emociones.

Hace uso de la añoranza de situaciones vividas cerca de la vegetación y la vida sufrida de los personajes.

Los traslada a sus lienzos con técnicas del óleo y acrílico en colores fuertes como azul, rojo, amarillo y naranja.

También, son características de las obras del pintor Benigno Gómez, las escenas de personas ejerciendo diferentes actividades o reunidas en diálogo coloquial.

Se presentan al natural, en situaciones espontáneas, relajantes y rodeadas de un ambiente libre y nostálgico que evoca la vida rural del país.

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Sus obras contemplan un estilo figurativo natural, dejando de lado lo onírico y surrealista de las escuelas de Salvador Dalí y Ernst.

También sincroniza con seguridad el color utilizando el contraste y la textura, dando la sensación de realismo a la representación pictórica.

Este avance en el desarrollo del arte del maestro Benigno Gómez se da a finales de los años sesenta.

Obras

En su obra es tendencia el tema de las palomas, asociado a recuerdos de su infancia y del entorno provincial donde vivió.

Esta ave es recurrente en su pensamiento artístico porque él voló como una de ellas a la capital de la república en busca del desarrollo de su arte.

Pintor Benigno Gomez

Las lavanderas es otra temática representativa de este artista, una costumbre que desaparece en la mayoría de las áreas rurales, pero que a través del arte fortalece la identidad histórica de nuestro país.

En estas obras se observa un asombroso espectáculo visual al conjugarse el sombreado de los árboles sobre el río.

Además, las figuras de las mujeres, los reflejos del agua y el contraste en las tonalidades, hacen un crisol de efectos a la vista.

Pintor Benigno Gomez

Otras de las grandes obras del pintor Benigno Gómez son Dinamismo, Aflicción, Serenata campesina, Virgen de Suyapa y La unidad hace la fuerza.

Los lienzos de este artista causan admiración en diferentes partes del mundo, especialmente en Europa y Sudamérica. Todo lo plasmó con magistralidad.

Pintor Benigno Gomez

Reconocimientos

Con el paso de los años afianzó su prestigio y arte en el país y en el extranjero.

Benigno Gómez se ganó a pincel limpio, el respeto y una reputación envidiable como artista.

Por ello, el gran galardón a su carrera artística le llega en 1976 al ser galardonado con el Premio Nacional de Arte Pablo Zelaya.

En 1977, Benigno cruzó la línea del éxito nacional y se internacionalizó como los grandes.

Recibió un reconocimiento por parte de la Organización de las Naciones Unidas ONU, al escoger su obra Palomas para formar parte de los sellos postales de esa institución.

Así, su pintura aparece en ese proyecto filatélico como símbolo de paz junto con las de otros grandes y reconocidos artistas internacionales como Chagal, Miró, Picasso y Dalí.

En 1984, más premios se fueron sumando a su vida artística. Ganó el Premio Alvaro Canales, siendo muchos los reconocimientos que recibió a lo largo de su fructífera carrera.

Actualmente, Banco Atlántida en su museo virtual, incluye la vida y obra de Benigno Gómez, reconociendo su legado artístico en la plástica hondureña.

Su partida

Ochenta y tres fueron sus años en esta vida, los cuales aprovechó al máximo haciendo lo que más le apasionó: el arte de la plástica.

Fue un maestro sin prejuicios ni rivalidades. Enseñó su conocimiento a otros, logrando traspasar su pensamiento y técnica a nuevas generaciones de pintores en el país.

Además, es eterno referente de la pintura hondureña, ejemplo de tenacidad, perseverancia y disciplina para lograr sus propósitos.

Su vitalidad cayó el 13 de septiembre de 2017 en Tegucigalpa, y esta vez su alma voló hacia el infinito.

El maestro Benigno Gómez vive en sus obras por siempre y ha dejado un legado de perseverancia, disciplina y profesionalismo en el arte pictórico nacional.

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