Pablo Zelaya Sierra, un incomprendido que logró la gloria con el pincel

En su vida exatló a Honduras en su arte, en el cual plasmó parajes y situaciones de su época

ICONOS Mag

Texto Raul Francisco Ayala

21 marzo, 2022

San Pedro Sula. Considerado el padre de la pintura hondureña, el pintor Pablo Zelaya Sierra nace en una generación de artistas de gran talento y prestigio que destacaron nacional e internacionalmente.

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Ojojona, bello pueblecito del departamento de Francisco Morazán, tuvo el privilegio de dar a Honduras, uno de sus hijos más valiosos en el arte de la pintura.

Aquel frío viernes 10 de octubre del año 1896, vio la luz el que sería el pintor más destacado de su tiempo: Pablo Zelaya Sierra.

Nació en un hogar con muchas privaciones, pero a pesar de ello estudió en la Escuela Superior del Magisterio, de donde egresó como pedagogo del dibujo.

Tiempo después, y mediante beca, partió a Costa Rica, donde continuó en busca de la excelencia en la Escuela Nacional de Bellas Artes de aquel país.

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En su deseo de llegar más lejos para la perfección de su arte, aprovechó la oportunidad de viajar a España con una beca del Gobierno para estudiar en la Academia San Fernando de Madrid.

Tiempo después, el pintor Pablo Zelaya Sierra tuvo grandes dificultades económicas en su estadía en el extranjero.

Sin embargo, sorteó cada problema y residió allá por varios años. Además, aprovechó el tiempo cultivándose en el arte del pincel.

Su amor a Honduras estuvo siempre con él, como lo atestiguan algunos de sus escritos encontrados.

Sus obras

Regresó a Honduras en 1932, fecha en la que pintó su obra más destacada Hermanos contra hermanos, pues el país se desangraba en una guerra civil.

También, son dignas de mencionar: La muchacha del huacal, Las monjas, Paisaje de troncos Los cazadores y Refectorio.

Pintor Pablo Zelaya Sierra

Plasmó la realidad social del país en sus pinturas, en su mayoría con la técnica de óleo sobre tela.

Su carrera artística fue influenciada por el cubismo de Picasso y otros artistas contemporáneos.

Además, la mayoría de sus lienzos fueron realizados en el extranjero en unos 10 años de producción artística.

En esas obras se intuye la nostalgia bucólica de su niñez, una fuente de inspiración en sus lienzos.

El legado de este gran artista no solo está en sus obras, sino también en sus escritos de recomendaciones al Gobierno sobre aspectos de educación.

Apuntes de lápiz es un escrito inédito descubierto después de su muerte, donde expresa los propósitos por los cuales desea volver a su país.

El libro fue exaltado en la inauguración del museo Pablo Zelaya Sierra en Ojojona en 1983.   

Reconocimientos

Pintor Pablo Zelaya Sierra

Este gran artista fue incomprendido, pues no fue sino años después de su muerte que se le consideró como el padre del arte pictórico de Honduras.

El talento y su obra fue reconocido al instituirse en 1967 el máximo premio para las artes que lleva su nombre: Premio Nacional de Arte Pablo Zelaya Sierra.

Además, el Centro Cultural de España en Tegucigalpa dedicó en 1991 la II Antología de las Artes Plásticas y Visuales de Honduras a Pablo Zelaya Sierra.

Pintor Pablo Zelaya Sierra

Tiempo difícil para Pablo Zelaya

Como si presintiera que su existencia pronto llegaría al final, este talento decide regresar a Honduras.

Aquí se hizo sentir con su arte contemporáneo, siendo un referente para las nuevas generaciones de artistas de la pintura.

Lastimosamente, cayó enfermo pronto. Su cuerpo no resistió un fulminante derrame cerebral que truncó esta joven vida que hoy resplandece a través de su legado artístico.

Solo duró 36 años para una vida que prometía más en el arte de la plástica, pero con la satisfacción de haber vencido cada obstáculo para dar gloria a Honduras.

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