
El Sun Gazing o yoga solar es una terapia curativa en torno al sol, que se practica obteniendo todas las energías del astro rey.
Únicamente debe ser practicado durante el amanecer o en el ocaso, ya que es en este momento, donde el sol no alcanza una radiación UV mayor a 2 grados.
Por muy compleja que parezca esta técnica, aporta grandes beneficios a la salud del cuerpo humano. Muchas personas hoy en día y alrededor del mundo lo practican, siendo esta rutina parte de su diario vivir.
Tan sólo 10 segundos cada día son suficientes para nutrir el cuerpo con todas las energías positivas que irradia el sol. Foto: Pexels
Llamado también en algunos países como helioterapia, los efectos del Sun Gazing son fundamentales para el bienestar y la salud humana.
El exponer el cuerpo a los rayos solares con fines preventivos y terapéuticos, resulta poder librarse de muchos males de manera natural, explotando esa fuente de energía que la madre naturaleza ha regalado.
Son muchas los problemas que el Sun Gazing puede contrarrestar. Ha sido utilizado para reducir el humor corporal, reparación del ADN, reducción de bacterias en las infecciones, irradiar la sangre de pacientes con cáncer, relajación muscular, descontaminar transfusiones de sangre y muchísimas más.
El amanecer es el marco ideal para practicar Sun Gazing. Puede ser desde la comodidad del hogar o en lugares donde se pueda estar en armonía total con la naturaleza. Foto: Pexels
La principal fuente de vida en el planeta Tierra viene del sol. Brinda luz y calor, equilibra la naturaleza, es el motor principal en los ciclos del agua y también esta presente en esta técnica natural.
El objetivo es obtener una óptima salud física y una excelente estabilidad mental brindando resultados realmente asombrosos.
La manera ideal para poner en práctica la helioterapia, Sun Gazing o Yoga Solar es practicarlo con los pies descalzos, espalda erguida o estar sentado, cada día, sea al amanecer o al atardecer.
Se debe observar detenidamente al sol durante 10 segundos. Este es el tiempo perfecto para lograr buenos resultados.
Cuando el crepúsculo llega, el astro rey libera rayos ultravioleta mucho más suaves que en el resto del día. Este es el escenario propicio para meditar y practicar yoga solar. Foto: Pixabay
Al paso del tiempo, el cuerpo ya estará preparado para practicarlo por un lapso mayor de segundos. En un período de tres meses se podrá mirar el sol hasta por 15 minutos, esto, para que la visión se vaya adaptando.
La mayoría de personas lo pueden practicar, excepto los no videntes o hipertensos. Los menores de 15 años tampoco pueden realizarlo.