Manuel José, la estrella de una noche de romanticismo y verdadera música para los enamorados en Expocentro
El heredero de la voz del ídolo José José protagonizó un concierto tan espectacular, como muy pocas veces se suele disfrutar en la ciudad de San Pedro Sula

ICONOS Mag
Texto Felipe Vallejo
15 febrero, 2019
SAN PEDRO SULA. Los legendarios y verdaderos artistas sí se pueden reencarnar, y prueba de ello es la simplemente inolvidable velada romántica que han vivido los enamorados en Expocentro, con el concierto de Manuel José.
Una excepcional interpretación del cantante colombiano ha sido la protagonista de esta cita de innumerables emociones, en la que dejó claro una vez más por qué es el heredero de la voz del Príncipe de la Canción, José José.
La cena romántica que organizó la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés comenzó con un espectáculo de identidad nacional, puesto en escena por la orquesta Más Música, Más Esperanza de San Pedro Sula.

Este show cultural fue acompañado por las danzas tradicionales y comparsas multicolor, que al ritmo de canciones de conocidos cantantes hondureños, prepararon el ambiente para lo que vendría.
Tras un momento especial, que en el Día de San Valentín también recordó el amor hacia la patria, la agrupación se despidió con los aplausos del público.
Nadie, definitivamente nadie, se esperaba lo que a continuación llegaba. En medio del silencio de la audiencia que pintaba la más grande espectación en la atmósfera, Manuel José hizo su entrada triunfal al salón.

Con una rosa en su mano, que después obsequió a una de las damas presentes, el cantante penetró el ambiente con una voz potente, clara y melodiosa, como pocas veces se suelen escuchar en vivo.
El público vibró entre grandes ovaciones; pero aquel estratégico arribo sólo era el inicio de un concierto que marcó los corazones de los que atendieron la cena romántica.
Sin más que decir, Manuel José subió al escenario y al momento comenzaron a sonar los acordes de una de las piezas más conocidas del ídolo José José: Espera un Poco.

Bajos seductores, medios que llenaban cada espacio y agudos que rompían el ambiente con la más fina precisión, junto a una histriónica ejecución de cada sentimiento; así fue, en pocas palabras, lo vivido.
Nada más que decir; la velada fue un completo deleite para aquellos que saben apreciar cuando tienen en frente un verdadero intérprete que, al pararse bajo los reflectores, vive y siente cada nota; y más aún, hace sentir al público cada nota.

Justo como muy pocos artistas existen en la época contemporánea. Nada que ver con la falsedad de la mercadotecnia musical y la desagradable experiencia de voces sintéticas.
Canciones como El Amar y El Querer, Lo Dudo, Amor Amor, Espera un Poco, La Nave del Olvido y Almohada fueron las más aplaudidas, y causantes de no un par, sino muchísimas lágrimas de emoción.
Manuel José cantó además algunas de las melodías de su nueva producción inédita, con creaciones propias de su inspiración y otros covers de famosas piezas de la historia musical.
El concierto se disfrutó con exquisitas propuestas gastronómicas preparadas por la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés, acompañadas por el sabor inconfundible de Port Royal.
Todo, con el patrocinio de la revista dominical Gente, de Corporación Televicentro y la firma Marca País de Honduras.
Joselinne y Faiz Gattás Mario y Leyla Faraj Hellen y Karim Qubain Jorge y Elena Faraj Alonso y Diana Ávila
Luego de casi dos horas de imparable satisfacción, el colombiano dio comienzo a la canción que anunciaba el epílogo de una noche artística tan irrepetible y hasta un tanto difícil de superar: Ya lo Pasado Pasado.
Pidiendo un «aplauso para el amor», Manuel José se despidió de un público que lo amo de principio a fin y que elogió su grandiosa interpretación con un victorioso aplauso de pie.
Sin embargo, nadie quería que el cantante se fuera, pues una presentación tan brillante merecía ser cerrada con la conmoción que sólo una canción de José José podría ofrecer: El Triste.

Y así fue como Manuel José se despedía de San Pedro Sula, dejando los mejores sabores en el alma de todos los que tuvieron la dicha de escucharle, en una noche en la que el amor se celebró como nunca.
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