Fallece el literato hondureño Ernesto Pablo Bondy Reyes
Se definió como cuentista de largo alcance, ahora es recordado no solo por la belleza y el realismo de sus relatos
ICONOS Mag
Texto Maria Cartagena
20 octubre, 2025
Tegucigalpa. Honduras recibe con tristeza la partida de Ernesto Pablo Bondy Reyes, quien a sus 78 años no solo deja un vacío en las letras hondureñas.
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El hondureño de oro cierra su capítulo como humanista insólito, con inteligencia poliédrica que demostró que el verdadero valor reside en la profundidad y no en la velocidad con la que se vive la vida.
Ingeniero de profesión, académico de destino y escritor por vocación irrenunciable. Fue el arquetipo del hombre de alto valor: metódico en su ciencia y radicalmente libre en su arte.
Nació el 3 de julio de 1947 en Tegucigalpa y su alma ha ascendido junto al Creador para obtener el descanso eterno el sábado 18 de octubre 2025.
Unió su vida en matrimonio con la dama María Eugenia Peña y de su enlace nacieron sus maravillosos hijos Nicole, Paola y Ernesto Carlo.
Conoció el amor de sus nietos Gabriel y Frederic Bondy García, Antonio, Marcelo y Luciana Bálsamo Bondy y de Fiorella, Valentina y Gael García Bondy.
Ernesto Pablo trazó una firme trayectoria respaldado por la tierra y la técnica. Se graduó de la prestigiosa Universidad Nacional Agraria La Molina en Lima, Perú, donde se tituló como ingeniero agrícola.
Continuó perfeccionando su profesión con una maestría en ciencias de ingeniería en Estados Unidos. Fue un hombre de perseverancia y liderazgo en todo.
Su alto sentido de la excelencia lo perfiló para una vida de rigor científico. Su experiencia de más de tres décadas en el sector público, privado y organismos internacionales e incluso docencia universitaria, lo consolidaron como un experto en recursos naturales e ingeniería rural.
Fue un constructor del país, cimentando políticas y proyectos antes de cimentar mundos narrativos y descubrir su inmenso talento en la literatura.
El alma de Ernesto Bondy, siempre vasta y cosmopolita, no podía confinarse a vivir con lo ya aprendido. Cursó estudios en derecho en Honduras y su inquietud intelectual perpetua lo llevó a ser viajero.
Además motociclista, urbanista, vitralista, numismático y pintor empírico, como recordarán por siempre sus seres queridos.
Su mente profunda y voraz, buscaba un cauce más amplio. Su incursión en la literatura podía interpretarse como un desafío … el cual él convirtió en una de sus mayores virtudes.
Muchos podrían decir que el ingeniero se hizo escritor, pero la verdad es que el escritor en él despertó y expresó su perspectiva de vida.
En 1999 presenta la obra que él mismo inmortalizó con la etiqueta poética El último libro hondureño de cuentos del siglo XX. La mujer fea y el restaurador de obras. El libro que lo hizo debutar era una declaración de principios.
Expresó la crudeza del costumbrismo hondureño con la sutileza del realismo mágico, elevando la narrativa local a conversaciones estéticas más universales.
Tras ese hito, su producción fue metódica y variada: Viaje de retorno, hasta Sabina en 2001 y De ninfas, sabores y desamores en 2003 son parte de su repertorio.
Caribe Cocaine, La mitad roja del puente y Crónicas de Mauricio Babilonia donde hizo su revelación como autor de las reflexiones sociales y políticas.
Los escritos fueron publicados durante tres décadas en un periódico bajo el alias de Mauricio Babilonia.
Ernesto Pablo Bondy Reyes era miembro de la Academia Hondureña de la Lengua. El 8 de mayo de 2015 tomó posesión de su plaza como académico con un discurso sobre La falta de cifras en la literatura hondureña.
En 2020 recibe el máximo galardón literario de Honduras, el premio Ramón Rosa otorgado anualmente por el gobierno a escritores con trascendencia nacional e internacional.
Es testimonio de que un hombre no se define por la etiqueta de su primer diploma, sino por la amplitud de sus intereses y la profundidad de su pensamiento.
Se definió como cuentista de largo alcance y ahora es recordado no solo por la belleza y el realismo de sus relatos.
También, por cómo transformó su vida y vibró junto a sus pensamientos compartiendo sus prosas sobre la condición humana.
En el silencio que deja la partida de Ernesto Pablo Bondy Reyes, resuena en sus palabras un legado forjado por un hombre que supo ser un eterno y brillante aprendiz.
Sus restos serán velados en funeraria La Auxiliadora el jueves 23 de octubre a las 2.00 pm y se ofrece una misa para honrar su memoria el viernes 24 de octubre en el templo San Judas en los predios de la basílica Nuestra Señora de Suyapa a las 10.00 am. Seguidamente su sepelio en cementerio Jardín Paz de Suyapa.
