Fallece Víctor Zúniga, el gran mago e ilusionista de San Pedro Sula

San Pedro Sula. Otro triste adiós. Ha fallecido el afamado y querido mago e ilusionista sampedrano Víctor Omar Zúniga.

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La Covid-19 le ha arrebatado la vida al gentil y risueño artista de la magia, quien luchó por su vida en un hospital de la ciudad, y la noche de este sábado 17 de abril, ha entregado su alma al Divino Redentor.

Por más de cuatro décadas, el admirado Víctor Zúniga deleitó y asombró a chicos y grandes, con un repertorio de trucos que arrancaban sonoros aplausos.

Desde inicios del año 2000, su hijo José Zúniga le acompañó en innumerables presentaciones. Además, padre e hijo se volvieron tan famosos, que su agenda de espectáculos siempre estaba a tope.

Humilde, amable, un mago de principios y un pionero en el ilusionismo y la magia en Honduras, así era este ciudadano, que deja como herencia artística; una trayectoria envidiable y un hijo que ha seguido los pasos de su progenitor.

Sus amigos y allegados lo recuerdan por su amabilidad y lo buen anfitrión que era.

Para su alumno Miguel Godoy, el adiós de su querido mentor es como si la varita mágica se hubiese roto y con su fallecimiento, nace la leyenda de la magia hondureña.

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Don Víctor Omar era multifacético. Fue maestro barbero, el más antiguo de la ciudad, y gerenciaba la barbería Michelle; adonde atendía a sus fieles clientes que lo preferían por su buen trato, amabilidad y profesionalismo.

Además, como amante de fútbol, se destacó como locutor deportivo y era un empedernido de la buena música, aquella que habla del amor en su máxima expresión.

Su hijo José aprendió desde muy niño, todo sobre el arte que desarrolló su padre.

A través de los años, ha logrado convertirse en un digno sucesor, ya que siempre estuvo al lado del inolvidable mago de generaciones y juntos, presentaban un show fascinante.

Vìctor Omar Zúniga Meza ha fallecido a los 81 años de edad. Tenía mucho más que ofrecer para seguir deleitando a su público.

Lastimosamente, el virus de la Covid-19, le arrebata la vida a un ciudadano de oro, que hizo en vida, lo que más amó: la magia, el ilusionismo y el entretenimiento sano.