#CuandoUnPadreMuere Filiberto Henríquez, un hombre de sonrisa leal
El querido e inolvidable Filiberto Henríquez vivirá por siempre en el corazón de sus seres queridos
ICONOS Mag
Texto Maria Cartagena
19 marzo, 2025
San Pedro Sula. Las personas que se aman, aunque abandonen el plano terrenal, nunca mueren en su totalidad; pues el cariño que se siente por ellos los mantiene vivos.
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Filiberto Henríquez Pérez se aseguró de amar en cuerpo y alma a su familia y amigos, quienes hoy lo llevan en su mente y corazones dándole vida eterna.
El querido caballero era apasionado por la vida, servicial con el prójimo, amante de lo saludable y los deportes.
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Fue afortunado en el amor. Se enamoró de una joven que conquistó su corazón y en 1970 desposó a la inolvidable dama Rachel Clementina Jiménez de Henríquez.
Del inquebrantable matrimonio nace Rachel y Heber, quienes le dieron un significado real a la palabra orgullo. Ellos han sabido corresponder a su padre de la misma manera, aunque ya él les haya dicho hasta siempre.
Mientras sus hijos se preparaban académicamente como máster en comunicaciones y médico especialista, don Filiberto también lo hacía.
Cursaba la licenciatura en teología en una universidad del país y su dedicación lo llevó a dar clases en la iglesia ministerio internacional Shalom.
En esa congregación formó jóvenes con liderazgo bajo los mandamientos del Altísimo.
Predicó cómo invitado en una iglesia de Estados Unidos, compartiendo mensajes de prosperidad y espiritualidad.
Don Filiberto Henríquez destacaba por sus impecables valores. Era un hombre honesto, trabajador, respetuoso y sincero con su entorno.
Sus últimos años los vivió siendo voluntario en fundación Teletón, ofreciendo apoyo y brindando orientación a quienes lo necesitan.
Las actividades físicas le fascinaban. Corría maratones y siempre estaba activo.
Uno de sus pasatiempos preferidos junto su hijo era asistir a los partidos de fútbol de su equipo favorito: club deportivo Marathón.
Filiberto Henríquez Pérez construyó un legado basado en la fortaleza como ser humano, fe en el señor y trabajo digno.
Fue un maravilloso esposo y padre y siempre será el mayor orgullo de dos hijos que lo añoran.
Nació un sábado 8 de mayo 1948 y deja luto en el corazón de quienes lo amaron la mañana del jueves 9 enero 2025, pero la felicidad de haber tenido un padre sin comparación, es el mejor bálsamo para esos hijos que lo honran.
