Así se ha celebrado el casamiento de los enamorados Suhelen Paz y Gerardo Posada
En un fresco atardecer y debajo del centenario árbol de Ceiba del hotel Copant, los enamorados se juran amor tras tres años de noviazgo

ICONOS Mag
Texto Redacción Iconos
25 agosto, 2019
San Pedro Sula. La boda de Suhelen Paz y Gerardo Posada ha dado fin a un bonito noviazgo, en una inolvidable celebración de tarde – noche.

La pareja celebró su bendición en los jardines del hotel Copantl, debajo del centenario árbol de Ceiba, adonde se reunió un centenar de invitados.

Desde las 4.00 pm, sus más amados se han congregado para augurarles los mejores deseos.
El pastor de la Iglesia Cedaf, Carlos Guerra, presidió la ceremonia evangélica, en la que fueron proclamados como esposos con la bendición de Dios.

Antes del ocaso, los seres queridos y familiares, eran testigos del enlace y, a continuación; la espléndida cena social en el salón Omoa.
La wedding planner Nolvia Mejía y la empresa decorativa Ambientes Elegantes, se encargó de diseñar, producir y hacer realidad los anhelos de los contrayentes.

La temática del casamiento fue una mezcla de tres conceptos: rústico, vintage y primavera.
Para ello, sillas Napoleón en tono ámbar y mesas circulares en efecto caoba by Servifiestas Capitolio, se fusionaron en la estancia.
Además, exuberantes arreglos de rosas, hortensias y limonario, con acentos golden, crearon la puesta en escena.

Una vez que los invitados a la boda de Suhelen Paz y Gerardo Posada se han reunido en la estancia, no faltó el brindis y el vals, así como los emocionantes discursos de congratulación.

Para la ocasión, los novios lucieron tal cual exigía la boda. Él, de clásico traje en tono gris y pajarita en color púrpura cardenal, y ella, en una clásica columna de encaje con flores 3d.

Los agradables ritmos, así como una exquisita cena internacional, propiciaron que la gente se divirtiera hasta la medianoche.
La pareja ha escogido un viaje por el caribe de Honduras, como destino de su luna de miel. Su residencia la fijan en San Pedro Sula.
Texto: Cristhian Vallecillo